miércoles, 4 de julio de 2012

NOTICIA: un ladrón enamorado



LADRON SE ENAMORA DE SU VíCTIMA ADOLESCENTE

En la ciudad de La Plata, una joven adolescente identificada como Ayelén Cabrera (18) y su abuela Pascualina (75), se encontraban solas en su casa cuando un delincuente entró a robar
     
     La escena en un principio no escapa de lo que hoy en Argentina es regular: el ladrón ingresó con violencia empujando a la anciana y arrojándola al suelo estrepitosamente, pero en ese instante la compasión lo invadió y decidió ayudar a la mujer. La acompañó hasta a su habitación y hoy, Pascualina cuenta que el gesto le pareció generoso.

Es entonces que Ayelén se dirige a la cocina para buscarle un vaso de agua a su abuela, y el ladrón la sigue para evitar que llame a la policía.

Cuando estuvieron solos, ella temiendo lo peor, decidió hacerle un comentario amable para calmar la tensión y generar la misma compasión que sintió por su abuela. “Que lindos ojos tenés”, manifestó la joven.

Esa fue la llave que abrió el corazón del delincuente, quien comenzó, cual “enamorado en el día del estudiante”, a utilizar todo tipo de estrategias para conquistarla, a tal punto que incluso le pidió el teléfono. “O me robás o me chamullás” le dijo la joven, quien se dio el lujo de bromear en una situación que había comenzado como una gran pesadilla.

En ese punto, se podría decir que Ayelén tomó el control de la situación con sus encantos, pues llegó a decirle al muchacho qué cosas robar y cuales no. “Me quiso robar una cadenita, pero le pedí que esa no se la llevara porque es muy importante para mí. Me hizo caso y quiso agarrar un minicomponente, pero le expliqué que ya no andaba más, así que me lo dejó también”, señaló Ayelén.

Por otro lado, aunque si bien él, extasiado por la belleza de la chica, le dijo una veintena de piropos, no escatimó en criticar el estado de su habitación que era, aparentemente, deplorable. “Flor de quilombo tenés acá”, cuenta la joven que le dijo el ladrón. De todos modos ella reclamó: “Encima que me estaba robando se dio el lujo de criticarme”.

En medio de la charla descubrieron que tenían algo en común: eran hinchas del mismo equipo, Gimnasia de la Plata. Y como si fuera poco, todo ocurrió cuando “El Lobo” jugaba un clásico intenso con Estudiantes de La Plata. Él tomó la camiseta, que la joven tenía en su habitación, entre sus manos, la besó y se despidió sin robar casi nada, luego de que la víctima le endulzara el corazón.

Sólo se llevó el teléfono celular de Ayelén. Pero antes de partir, se acercó una vez más a la adolescente, le pidió que abriera la mano y le dejó el chip del teléfono: “Guardálo. Algún día me vas a dar tu número”.

sábado, 2 de junio de 2012

Proyecto educativo: No al maltrato animal.


PROYECTO
Campaña de sensibilización: “NO al maltrato animal”.



“DÍGAME Y OLVIDO, MUÉSTREME Y RECUERDO. INVOLÚCREME Y COMPRENDO”
Proverbio chino.

INTRODUCCIÓN
  
   La educación es la única herramienta efectiva para superar los principales problemas sociales que afronta un país. La resolución de toda problemática implica un trabajo en conjunto Estado - familia – sociedad – escuela. Con este planteamiento, la sociedad se ha visto obligada a educar para la erradicación de las conductas discriminatorias, incluyendo en esta visión  el respeto hacia los distintos seres vivos que nos rodean. Sólo a través de la educación se pueden lograr cambios consistentes para recuperar el  equilibrio en nuestro planeta. Por este motivo, el presente proyecto forma parte del currículo, comprendido en el plan anual del curso de Literatura, con la intención de abrir nuevos caminos hacia la  colectividad educativa e interactuar con otras organizaciones de la comunidad.
     

OBJETIVOS

     En base a estos motivos nace el presente proyecto educativo, el cual tiene como objetivos principales:
v Sensibilizar y concientizar a los estudiantes y docentes  en contra del maltrato animal.
v Promover el compromiso de la sociedad en su conjunto, y la activa participación de las instituciones educativas  en el abordaje de esta problemática.
v  Estimular  a los alumnos por medio  del trabajo colaborativo,  despertando  interés por la  realidad mediante la investigación y la acción.
v  Ser artífices de la construcción de una sociedad más sabia, evolucionada y comprometida en la defensa de todos los seres vivos que pueblan el planeta.
v Señalar la importancia de la Literatura como medio de reflexión y discurso social.

     Por otra parte, el proyecto adquiere mayor significación cuando las ideas que se despiertan en los estudiantes alcanzan resultados concretos. Por esta razón, la meta final del proyecto consiste en “ayudar a ayudar”:
v Se recaudarán donaciones a nivel liceal de alimento balanceado y abrigo para los animales que se encuentran bajo la responsabilidad de la Protectora de animales de  Maldonado, la cual se halla desbordada de trabajo y necesita la urgente colaboración de la comunidad para seguir funcionando correctamente.

ACTIVIDADES

     Los involucrados en el proyecto son los alumnos del grupo 3º2, bajo la tutela y orientación de la Profesora de Literatura,  (docente) autora de este proyecto.
Las actividades que se llevarán a cabo han sido organizadas por comisiones, las cuales fueron conformadas por los propios estudiantes dependiendo de sus intereses personales.

Las actividades son:

v Crear una cartelera con fotos de sus mascotas  para demostrar el vínculo afectivo existente  entre el hombre y los animales.
v Exponer afiches que promuevan la concientización  a no utilizar animales en los circos para entretenimiento de las personas en base a su sufrimiento, respetando el hábitat al cual pertenecen.
v Seleccionar fábulas, frases y fragmentos de cuentos para exponer en una cartelera, en la cual se involucre a la Literatura como medio reflexivo y de aprendizaje acerca de los derechos de los animales.
v Diseñar y exhibir afiches para la donación y recolección de alimento balanceado y abrigo destinado a los animales de la Protectora de Maldonado.
v Entregar las donaciones recolectadas a la Protectora mediante un breve acto de reconocimiento hacia el trabajo de los alumnos.


Para la concreción de las actividades se solicita a la Dirección de la institución los siguientes recursos:

v La disposición de las pizarras que se encuentran en la entrada del liceo para exhibir las carteleras realizadas por los alumnos.
v Un pequeño espacio brindado para el almacenamiento del alimento balanceado  que los estudiantes del liceo donen, hasta ser entregado a la Protectora.
v Autorizar a los delegados de clase para que reciban las donaciones en el horario que la profesora  no se encuentre dentro de la institución.
v Disponibilidad del salón de actos para realizar una breve ceremonia en reconocimiento del trabajo que han realizado los estudiantes y entrega de las donaciones a la Protectora de Animales de Maldonado.

CRONOGRAMA TENTATIVO

     Se pretende exhibir las carteleras a partir del jueves 14 de junio hasta el viernes 22 del mismo mes, previa autorización del equipo de Dirección. Durante ese período se recolectarán las donaciones para la Protectora de Maldonado, haciendo entrega de las mismas el día viernes 22, mediante un pequeño acto de reconocimiento.

FUNDAMENTACIÓN

      Mantener a los adolescentes comprometidos y motivados constituye  todo un reto. Aunque es bastante difícil dar una receta que sirva para todos por igual, la investigación demuestra  que existen prácticas que estimulan una mayor participación de los estudiantes. Estas prácticas implican dejar de lado la enseñanza mecánica y memorística para enfocarse en un trabajo retador y complejo; utilizar un enfoque interdisciplinario en lugar de uno por área o asignatura y estimular el trabajo cooperativo. El aprendizaje por proyectos incorpora estos principios.

     El trabajo por proyectos es parte importante del proceso de enseñanza-aprendizaje. Este concepto se vuelve todavía más valioso en la sociedad actual en la cual los docentes  trabajan con grupos de estudiantes que poseen  estilos de aprendizaje, antecedentes étnicos-culturales y niveles de habilidad heterogéneos.

     Un enfoque de enseñanza uniforme no beneficia  que todos los estudiantes alcancen  altos niveles de comprensión; mientras que uno basado en proyectos, construye sobre las fortalezas individuales de los estudiantes y les permite explorar sus áreas de interés dentro del marco del currículo establecido.

     La idea de comenzar a construir este proyecto surge dentro del propio salón de clase. El interés demostrado por los alumnos acerca de los temas que han sido abordados en relación al cuento “Soledad” de Juan José Morosoli, permitió que en el correr del curso surgieran interesantes debates acerca del maltrato hacia los animales, los circos que los emplean y la responsabilidad de cada persona ante la todas las formas de vida.

      Los estudiantes reflexionaron profundamente sobre la necesidad de implementar cambios a nivel social y reeducar a la población sobre ciertos valores que han sido paulatinamente opacados. Ante tal iniciativa, ignorar las opiniones de los alumnos  implicaría castrar el mayor propulsor de la educación: la motivación.  Los estudiantes encuentran los proyectos divertidos, motivadores y retadores porque desempeñan en ellos un papel activo tanto en su escogencia como en todo el proceso de planeación.

      Por estos motivos surge la propuesta de llevar a cabo el presente proyecto. Esta estrategia de enseñanza constituye un modelo de instrucción auténtico en el que los estudiantes planean, implementan y evalúan proyectos que tienen aplicación en el mundo real más allá del aula, encontrando el verdadero sentido a la educación: educar para  la vida.   Los educandos desarrollan mayor cantidad de habilidades cuando están comprometidos con proyectos estimulantes. Mediante estos, hacen uso de habilidades mentales de orden superior en lugar de memorizar datos en contextos aislados sin conexión con cuándo y dónde se pueden utilizar en el mundo real.
 
EVALUACIÓN DEL PROYECTO

    Evidentemente, el proyecto llevado a cabo por los estudiantes forma parte integral de la evaluación diagnóstica continua que plantea el marco conceptual de La enseñanza para la comprensión. Cuando el propósito de la enseñanza es la comprensión, el proceso de evaluación debe ser algo más que una simple estimación: tiene que contribuir significativamente al aprendizaje. Las evaluaciones que promueven la comprensión, y no el mero hecho de estimar el rendimiento, van más allá del examen realizado al término de cada unidad.

     El proceso de evaluación diagnóstica continua consta de dos componentes principales: establecer criterios de evaluación diagnóstica y proporcionar realimentación. Por lo tanto, el proyecto origina oportunidades para la reflexión y la auto-evaluación por parte del estudiante y la evaluación  auténtica del aprendizaje. En el aprendizaje por proyectos, se evalúan tanto el proceso de aprendizaje como el producto final.

     Tradicionalmente la evaluación ha sido vista como un procedimiento unidireccional, externo al que aprende, bajo la responsabilidad exclusiva del educador, quien pasa a ser el único habilitado para garantizarla, y no como una instancia que debe ser realizada por y para ambos. La evaluación auténtica, en cambio, concibe la evaluación como un proceso colaborativo y multidireccional, en el cual los alumnos se autoevalúan, son evaluados por sus pares y por el docente, y éste a su vez aprende de y con sus alumnos.

     La evaluación auténtica se basa en las fortalezas de los estudiantes y las intensifica en cuanto los ayuda a identificar lo que ellos saben o dominan, y lo que son capaces de lograr con el apoyo de los pares o adultos con mayor competencia.  El fortalecimiento de los estudiantes ocurre cuando la evaluación  se realiza dentro de situaciones didácticas significativas y portadoras de obstáculos cognitivos que contribuyen a la construcción de competencias.

     Para evaluar el trabajo de  los alumnos se implementará una rúbrica diseñada específicamente para valorar la participación en un proyecto educativo. La rúbrica consta de distintas áreas relacionadas con el desarrollo procedimental y actitudinal. Incluye: metas, habilidades interpersonales, aportes al grupo, participación y compromiso.

     El tránsito de una evaluación tradicional a una evaluación centrada en los aprendizajes de los alumnos que permita regular las estrategias metodológicas utilizadas por los docentes, constituye un desafío complejo cuya implementación, en la actualidad, se encuentra en proceso de construcción.  El proyecto propuesto pretende ser parte de ese proceso continuo y de auténticos aprendizajes, que eduquen integralmente al alumno, pero especialmente los formen como ciudadanos responsables, autónomos y críticos.

“Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma que trata a sus animales”.
Mahatma Ghandi

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

- Blythe, Tina: “La Enseñanza para la Comprensión. Guía para el docente” Editorial Paidós. Buenos Aires, 2002.
- Anita E. Woolfolk.  Psicología Educativa. 6ta. Edición. Editorial Prentice-Hall Hispanoamericana, S. A. (1996).
- Silberman, Mel. “Aprendizaje activo”. Editorial Troquel. Buenos Aires. 2005

- Condemarín, Mabel. “Evaluación auténtica de los aprendizajes.” Editorial Andrés Bello. Santiago de Chile, 2000.
- Stone, Martha (compiladora). “La enseñanza para la comprensión”. Editorial Paidós. Buenos Aires, 1999.






    

    






sábado, 19 de mayo de 2012

Género narrativo.


Obra narrativa es aquella en la que un narrador a través de un discurso oral o escrito, relata una historia destinada a oyentes o lectores.


La historia tiene algunos elementos constitutivos como son: un espacio, un tiempo, personajes y un conflicto que puede o no resolverse de forma acabada.



Ésta comienza con una situación inicial de equilibrio, hasta que algún elemento la transforma en una situación nueva de desequilibrio, no pudiendo volverse a la situación anterior. Así las misma se suscitan hasta llegar a su resolución, que es una última situación donde aparece un nuevo equilibrio diferente del primero. Si no existe el desequilibrio, que provoque un conflicto, no existe narración.
En cuanto a su forma, habitualmente encontramos la narración en prosa. 


EL CUENTO:

Este [sub]género [del género narrativo] nace de la gran creatividad del ser humano de inventar, imaginar y relatar historias. Relatar deriva etimológicamente del latín re – ferre, que significa “traer”, es decir, traer de nuevo, hacer llegar algo. (…) Y así, de esta actividad, nace el cuento.

El cuento es un texto narrativo escrito en prosa y de breve extensión. 

Características del cuento.

La estructura del cuento es un microcosmos, el cual consta de exposición, nudo y desenlace. El nudo adquiere mayor significación.

Brevedad: Aquí es donde radica la característica del [sub]género. Las palabras deben ser las adecuadas, precisas; no se debe agregar nada que desarrolle o amplíe más de lo estrictamente necesario. Por tanto, el lenguaje es conciso e interesante. Cada palabra es realmente significativa en la estructura del cuento.

Tema: El cuento se caracteriza por el manejo de un solo tema.

Pocos personajes: Dada su brevedad, éste emplea los personajes indispensables.

Diálogos concretos / Descripciones intensas: No necesariamente breves, sino como elementos narrativos.

Unidad de impulso: La que determina la tensión del cuento y obliga al lector a leerlo de principio a fin de una sola vez.

NARRADOR: 

El narrador es el punto de vista de cómo está hecha la narración. Puede estar situado dentro de la historia o ser ajeno a ella. Algunos tipos de narradores se detallan a continuación.

Narrador - personaje: el personaje principal narra las acciones en las cuales participa. Se involucra en la historia ya sea como protagonista o como personaje secundario. Puede narrar de manera autobiográfica, por tanto posee un fuerte tono psicológico, ya que profundiza en su interior.

Narrador omnisciente: Es el narrador que sabe todo de los personajes, hasta lo más íntimo de ellos; describe incluso sus sentimientos y pensamientos. Anticipa la conducta de sus personajes. Se manifiesta a través del relato en tercera persona. Es el narrador cuya presencia es como la de Dios. 

Narrador testigo: Es el que narra la situación de su entorno, sin involucrarse en los hechos. También escribe en primera persona. A través de esto manifiesta su opinión, ya sea de forma directa o de manera sutil. Sólo es testigo y no sabe los antecedentes de los hechos; por tanto, todos los vacíos que pudieran surgir no dependen de él.

PERSONAJES:

Finalmente los personajes son quienes desarrollan los hechos o acontecimientos del relato. Son los que realizan las acciones; por eso se llaman también actantes.

Los personajes se pueden clasificar según su importancia en diversas categoría:

Principales [o protagonistas]: Son los personajes que realizan las acciones más importantes y alrededor de ellos gira la historia; desencadenan las acciones de la obra; las provocan y también, por lo mismo, sufren las consecuencias. En muchas ocasiones no aparecen sino hasta el final de la obra; sin embargo, los conocemos por lo que dicen los otros personajes acerca de ellos.

Secundarios: Complementan las acciones llevadas a cabo por el personaje principal. Se encargan de ayudar o de obstaculizar la labor de éste. Intervienen en acciones de menor importancia.







Análisis de: "El almohadón de pluma"

Análisis de:“El almohadón de pluma”

Argumento: Una joven recién casada muere como consecuencia de una extraña enfermedad, diagnosticada como “anemia de marcha agudísima” pero cuyo origen es inexplicable hasta que luego de muerta, su esposo descubre dentro del almohadón de plumas del lecho de la enferma, un monstruoso animal, que le había chupado la sangre. 

Podemos dividir el cuento en tres momentos:
1er. Momento: presentación de los protagonistas y ubicación de lugar.
2do. Momento: la enfermedad de Alicia, el centro de interés. 
3er. Momento: Desenlace. Muerte de Alicia y descubrimiento del personaje ignorado hasta este momento, el monstruoso animal. Ahora el centro de interés es el almohadón. 

“Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre” 

Tiene un comienzo abrupto. El relato comienza en medio de la narración, sin ninguna aclaración previa. Lo utiliza para captar la atención del lector.
En la primera expresión “Su luna de miel fue un largo escalofrío..”, el término “luna de miel”, se ve opacado por la expresión “largo escalofrío”. Nos anticipa así parte de la historia, descubrimos que no van a suceder cosas hermosas como debieran suceder en una luna de miel. 

A continuación el narrador comienza a describir física y espiritualmente el personaje femenino, Alicia. Lo hace mediante tres adjetivos “rubia, angelical y tímida”, una clara imagen de una mujer romántica. Entre estos tres adjetivos, el de angelical, enmarcaría al personaje como una mujer desvinculada de lo terreno. La describe como una mujer frágil, soñadora, vulnerable, sumamente sensible y dependiente de su esposo. 
Luego se describe a su marido, vemos que Jordan es un hombre alto, fuerte, duro, egoísta, insensible, típico hombre modernista. Así vemos que los dos personajes son totalmente opuestos. El narrador utiliza el mecanismo de antítesis. 
Con su carácter duro, Jordan capaz de frustrar sus soñadas niñerías, heló su mundo soñado. Así se va creando una atmósfera fría, en sentido figurado, y que nos va mostrando la falta de afecto entre ellos. La luna de miel, que debería haber sido una mera manifestación de amor se transformó en un “largo escalofrío”. 
En conclusión, los sueños de Alicia muestran el rasgo romántico de su personalidad; y Jordan encierra ciertas connotaciones que lo alejan de ella. 
Esa “alta estatura” significa para Alicia una valla insuperable y su temperamento contribuye a que persista esa barrera que impide el funcionamiento de la pareja como tal. 

Estas descripciones de los personajes es lo que llamamos en literatura, un retrato. Este se puede realizar mediante una etopeya o mediante una grafopeya, o ambas a la vez. Una etopeya es la descripción interna del personaje, nos da rasgos de carácter, información sobre su forma de ser, sus costumbres y sus valores. Y la grafopeya es la descripción externa de un personaje, los rasgos físicos, su vestimenta, etc. 
En este caso, de Alicia nos da un rasgo grafopeyico, que es, el color de su pelo, rubio y todos los demás son rasgos etopéyicos, “angelical y tímida” y otros que vamos deduciendo con el transcurrir de la narración, como que es frágil, sensible, soñadora, etc. De Jordan nos dice que es alto (rasgo grafopéyico) “alta estatura”, y como rasgo etopéyico alude a su carácter duro. 

“La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.”.

Esta descripción del lugar en donde vivían configura el decorado adecuado para el desenvolvimiento de la acción; tal es la fuerza sugestiva de la casa, que agudiza el panorama de soledad. El ambiente es opresivo, es una especie de prolongación de Jordán. Así vemos un paralelismo psicocósmico entre la descripción de la casa y el carácter de Jordan y la relación que lo unía con su mujer. 
El hogar no tiene los colores adecuados para incentivar a una pareja de recién casados. Por el contrario, la descripción de la casa devela rigidez, frialdad. El único color incluido en la descripción de la casa es el blanco, que junto con la rigidez de la construcción configuran una imagen de mausoleo, con falta de vida. La vida está ausente y al mencionar las paredes limpias y brillantes, parecen añorar alguna mancha o rayón, símbolo de lo vital. Las paredes altas se relacionan con Jordan. 
Uno de los materiales de construcción a los que se alude es el mármol, caracterizado por su dureza y su frialdad. Se reafirma la idea de la frialdad de la casa con el sustantivo “glacial”. El hogar que debe ofrecer el calor a sus residentes se insinúa como lo opuesto, un lugar frío, propio de los muertos, como un mausoleo.
Entre la descripción de la casa y Jordan encontramos un paralelismo psico cósmico, la personalidad de Jordan coincide perfectamente con los rasgos de la casa, ambos fríos, hostiles, rígidos. Entre ellos el único ser vital hasta el momento era Alicia. 

“En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.” 

Alicia decepcionada, luego de haber esperado un Jordan más tierno y emotivo, sustituye la irrealidad de sus sueños y despierta en el abandono de sí misma. Con este abandono, con la dependencia de su marido y con la ensoñación cavó su propia tumba. Vemos que el cuento se limita en la casa, jamás se ve salir a Alicia a la calle, visitar o recibir amigos, ni relacionarse con el mundo externo. Su debilidad comienza con la falta de contacto con la realidad. 
Entre la pareja se levanta un muro tan impenetrable que impide la comunicación amorosa entre ellos. Es escaso el diálogo narrativo entre ellos, casi nulo, solo existirá en las alucinaciones de Alicia. En cambio, en el ámbito social, por ejemplo con los doctores, Jordan dialoga con ellos y esos diálogos exceden incluso en número a los de la pareja. Lo mismo sucederá luego con la empleada doméstica, cuando descubre el insecto monstruoso el dialogo entre ella y Jordan es más largo. 

“No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió enseguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.”

Aquí comienza realmente el centro de interés del cuento, el segundo momento, donde Alicia comienza a enfermarse. Vemos que cuando logra por un momento abandonar ese estado de postración, aparece con un acentuado grado de dependencia de su marido “apoyada en el brazo de él”. Recorre los objetos con mucha vaguedad. 
Alicia exterioriza su angustia al ser acariciada por su marido y al echarle sus brazos al cuello vemos la imperiosa necesidad de cariño que ella tenía. Se libera emocionalmente.

“Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja—. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatose una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte.” 

El narrador no da respiro al personaje. Aparecen nuevos síntomas no derivados del ataque de influenza. 
La aparición del médico interrumpe el hilo de los sucesos y mediante el diagnóstico de éste, se conocen las características de la enfermedad. Su repercusión somática es la debilidad, que desorienta al médico al no encontrarle una explicación científica. 
Vemos un narrador omnisciente (es aquel que está por encima de los personajes y conoce todo lo que sucede, describiendo y relatando aquello que varios personajes, ven, piensan o aquello que sucede en ausencia de éstos.) que adelanta el desenlace fatal de Alicia “se iba visiblemente a la muerte.” Luego se centrará en referir las instancias de agonía que Alicia sufrirá. 
La anemia física fue antes una anemia del espíritu hambriento de afecto y vida conyugal.

“Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.”

Con las luces y el silencio se describe una atmósfera fúnebre. Vemos otro paralelismo psicocósmico entre el aspecto fúnebre de la casa y la proximidad de la muerte de Alicia. La alfombra que “ahoga” los pasos de Jordan subraya la magnitud del silencio. Manifiesta su nerviosismo con el continuo deambular que no quiebra el silencio señalado. 

“Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos” 

La extraña enfermedad le origina alucinaciones en forma progresiva, vemos así el manejo del misterio. Primero son confusas y flotantes, luego se vuelven corpóreas y descienden "al ras del suelo”. Las alucinaciones pasan del espacio aéreo al terreno. Su tensión emocional, exteriorizada se centra en la alfombra, que debe vincularse con el silencioso andar de Jordan y a su muda y estática contemplación. 
Estas alucinaciones hunden al lector en una mayor incertidumbre. 
El incidente de antropoide concretiza la fusión de dos planos, el real y el imaginario.

“Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
—Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay que hacer...
—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.”

La causa de la anemia sigue sin ser descifrada. Alicia entra en coma “ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte” . El golpe sobre la mesa de Jordan reflejan su carácter. Sigue encerrado en su “yo”. 

“Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas olas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán. “nuevas olas de sangre”

Se muestra la noche como propicia para la agudización de la anemia. Encontramos una hipérbole, “nuevas olas de sangre” . La joven queda sumergida en un mundo lleno de pesadillas.
Encontramos un paralelismo psico cósmico entre el aspecto fúnebre de la casa, “Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa” y la enfermedad de Alicia y su próxima muerte. El aspecto de la casa refleja el desenlace de Alicia.

“Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados dél hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay?—murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente”. 

Se produce la muerte de Alicia. Aparece un nuevo personaje, que es la sirvienta, la que adquiere ahora cierta funcionalidad. Ya desaparecida Alicia, la atención se centra en el almohadón. Notamos que la ausencia de Alicia es reciente ya que dice “a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia” 
Aumenta el misterio, la expectativa. El almohadón es levantado por la sirvienta delante de Jordan. En un rápido acto instintivo lo levanta para dejarlo caer. 

“Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.” 
Jordan actúa con rapidez, con violencia. El silencio imperiante hasta ahora por la muerte de Alicia, se ve violentado con el grito de la sirvienta. Se lo detalla mediante una eficaz adjetivación. “patas velludas”, “animal monstruoso”, “bola viviente y viscosa”.
“Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.”

Se resuelve la incógnita del cuento, aparece el personaje hasta ahora ignorado: el monstruo que desangró a Alicia hasta la muerte. El enigma se pone en un primer plano y explica con meticulosidad, la eventual existencia de estos parásitos en los almohadones de plumas. Revela la posible existencia larvaria de otros parásitos.
El cuento mantuvo un ocultamiento hasta este momento, la revelación final es totalmente inesperada. 
Existe una relación entre Jordán y el insecto monstruoso, aparentemente un descuido del narrador hace referencia a la “boca” del insecto, para después corregirse señalando “su trompa, mejor dicho”. Así podemos interpretar esa identificación de los dos, con la sola diferencia que uno tiene boca y el otro trompa. Ambos identificados como únicos responsables de la muerte de Alicia. Jordan con su indiferencia, con su dureza le fue consumiendo la vida a Alicia, al igual que el monstruo. 



viernes, 20 de abril de 2012

"El almohadón de pluma" Horacio Quiroga.


Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, aunque a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer. Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía no poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de su marido. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la más leve caricia de Jordán. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni pronunciar una palabra.
Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico. Y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia amanecía peor. Hubo consulta. Constatose una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, deteniéndose un instante en cada extremo a mirar a su mujer.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente con los ojos fijos. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia lanzó un alarido de horror.
-¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, volvió en sí. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola por media hora temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
-Pst... -se encogió de hombros desalentado el médico de cabecera-. Es un caso inexplicable... poco hay que hacer...
-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas oleadas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaban ahora en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el sordo retumbo de los eternos pasos de Jordán.
Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló sobre aquél. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón sin duda había impedido al principio su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había el monstruo vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

Consejos para el análisis de los textos literarios.


Todo texto es una invitación personal del autor para que lo acompañes con tu lectura a un mundo mágico en el que podrás compartir con él unas ideas o conocimientos, experimentar determinadas sensaciones o simplemente pasar un rato agradable mientras lo leas.

Consejos:
  • No tomes el comentario como una obligación.
  • Acércate a él con curiosidad y la mente abierta. Descubrirás que puedes encontrar en él grandes sorpresas.

Aprenderás a desarrollar tu visión crítica y a observar las cosas desde distintas perspectivas.

Lo primero que tienes que hacer es leer atentamente el texto para entender su sentido global. Pero una sola lectura no es suficiente porque te pueden pasar desapercibidos ciertos detalles importantes; léelo una segunda vez.

Ten en cuenta las siguientes cuestiones:

  • El texto es una pieza que forma parte de un puzle o un rompecabezas (el libro de donde se ha extraído) que, a su vez, está formado por otras pequeñas piezas o resortes que hacen que funcione. Tienes que localizar cada una de ellas para desmontarlas, ver cómo funcionan y volverlas a montar a fin de recomponer, de nuevo, la totalidad del conjunto.
  • Aunque hayas entendido el significado global del texto, seguro que se te escapa el significado concreto de ciertas palabras. No puedes permitirlo; debes controlar todo. Busca en el diccionario su significado y anótalo.
  • Todavía puede existir alguna expresión o frase hecha que se te resista, sobre todo si el texto no es actual. Indaga su verdadero significado. Intenta descubrirlo por ti mismo; eres un maravilloso detective. Investiga por tu cuenta y llega a unas conclusiones.
  • Otra dificultad más: En ocasiones entiendes   el significado de todas las palabras pero tienes la sensación de que el autor, aunque dice una cosa, parece que expresa otra muy diferente (por alusiones, por tener las palabras un doble sentido o estar utilizadas irónicamente, etc.). Agudiza tu ingenio y busca una explicación, no puedes dejar ningún cabo suelto.
Hay veces que el escritor te manda un mensaje y tú no lo puedes recibir correctamente porque te falta instrucción. No es que seas torpe, lo que ocurre es que los tiempos van cambiando y las ideas, los intereses e incluso la forma de expresarse la gente va transformándose. Recuerda que la literatura, igual que el arte o la propia música cambia con el tiempo al igual que las personas. Busca información que te ayude a meterte un poco en contexto para poder descifrar ciertas claves. Acude a tu libro de texto, manuales o Internet en busca de información e indaga:

  • Quién fue su autor, qué escribió, en qué siglo vivió y en qué movimiento literario se le incluye.
  • Cuáles eran las ideas, preocupaciones y temas principales de la sociedad de ese momento.
  • Las connotaciones que hay en el texto y las alusiones a realidades extraliterarias (políticas, históricas, sociales, etc.).
  • Pregúntate cuál es la finalidad que persigue el escritor con su texto: transmitir una información, describir una persona o un objeto, criticar a alguien o algo, inducirte a que pienses de determinada manera, hacerte experimentar unos sentimientos o sensaciones, mofarse de alguno...


Nota: De momento, lo que has hecho no es más que observar qué dice, cómo lo dice y por qué lo dice para intentar comprender.

Ahora sí que empieza el verdadero comentario.

Tienes que presentar el texto, indicar su autor y hacer alusión a su época:

  • Has de señalar qué tipo de texto es, el género literario al que pertenece e indicar si es un texto completo o un fragmento.
  • Debes situarlo en el apartado o parte en el que esté insertado (si es un poema, un ensayo breve, un texto científico o humanístico, etc.), en el capítulo o secuencia a la que pertenece (en una novela), o en el acto y la escena en que esté incluido (en una obra teatral).
  • Has de señalar la obra en la que está integrado y situar esta en el conjunto de lo que haya escrito el poeta o prosista, atendiendo al género literario y a la totalidad de lo que haya escrito.
  • Indica la trayectoria artística del autor, el movimiento literario al que pertenece y el siglo en el que vivió.
  • Es aconsejable que establezcas una pequeña relación entre la obra o la temática de la que trata el texto y la de los coetáneos, si existe entre ellos alguna relación (fuentes, influencias, etc.).
  • El propio contenido del texto, pero sobre todo tus conocimientos y las conexiones que seas capaz de crear entre lo que se dice en él y lo que tú sabes, es lo que te facilitará la correcta comprensión e interpretación.

Análisis del contenido

El texto o el fragmento tiene siempre una coherencia textual; todo lo que se expone en él está relacionado. Lo más normal, independientemente de que sea prosa o verso, es que no todo lo que aparezca en él tenga la misma importancia. Unas cosas se presentan supeditadas a otras porque si todo fuera igual de importante no nos llamaría nada la atención. Así que el autor subordina unos elementos o hechos a otros.

Consejos preparatorios previos:

  • Lee otra vez el texto.
  • Subraya lo más destacado
  • Anota en el margen o en un papel aparte los temas o ideas que se tratan.
  • Reflexiona sobre cómo está organizado el texto.
  • ¿Eres capaz de exponer con tus palabras lo mismo que expresa el escritor?

Este es el momento de comenzar a elaborar tu comentario de texto. Para analizar el contenido habrás de realizar un resumen, además de abordar otros aspectos como el tema, la estructura o el tono del texto.
El tema es la idea básica que puedes extraer del texto. A veces el autor te ayuda a encontrarlo a través del título, otras lo descubres en el interior o lo tienes que deducir en función de lo que en él se expone.
Exprésalo con el menor número de palabras que puedas. Una oración muy breve o incluso un sintagma nominal será suficiente.

No olvides que el tema es la esencia del texto por lo que deberá estar implícito o explícito en todo él, de lo contrario, lo estarás confundiendo con un subtema y tendrás que seguir buscando.

Análisis del contenido: resumen

El resumen es la síntesis del contenido del texto, expuesta con tu estilo personal en muy pocos renglones.

Recuerda:

  • Cuando resumes el texto te limitas a decir lo mismo que en él se expresa pero con tus propias palabras y de forma muy abreviada.
  • En tu resumen no puedes incluir tu opinión, ni información externa a él. Debes evitar expresiones del tipo: el autor dice, opina o quiere expresar…, porque el resumen no es un comentario.
  • La extensión dependerá de la que tenga el texto, pero procura que no sobrepase los seis o siete renglones. En todo caso, no debe ser superior a una cuarta parte del original.
  • Tienes que resumir la totalidad del texto y no solo una parte.

Análisis del contenido: estructura

La estructura es la organización interna del texto, algo así como el armazón que lo sustenta. Es lo que tradicionalmente entendemos por las partes en las que lo podemos dividir.
La estructura suele estar en relación con la tipología del texto: expositivo, argumentativo, narrativo, descriptivo, dialogado, etc.
Muchos de los textos que puedas comentar seguramente tendrán tres partes: una presentación o planteamiento, un nudo o desarrollo y un desenlace o final. Otras, el texto se estructurará a partir de ciertas ideas principales que, posteriormente, se explicarán o desarrollarán con otras secundarias o de menor importancia. Y, en ocasiones, el texto podrá presentarse como un todo unitario en el que no será posible establecer ningún tipo de división.

Para descubrir cuál es la organización del texto:

  • Parte del subrayado inicial que hayas hecho.
  • Básate en el contenido y en tu intuición.
  • Fíjate en cuáles son los núcleos básicos en torno a los que gira todo.
  • Establece, si es preciso, apartados y subapartados.
  • Observa si la parte más importante es la del principio, la del medio o la del final, y si el resto está en función de ella.



Una vez que hayas averiguado cómo está organizado el texto:

  • Señala cada una de las partes y delimita su extensión: la primera parte va desde... a...; la segunda... La primera parte está formada por los dos primeros cuartetos..., la segunda por los dos tercetos...
  • Escribe una breve frase que defina cada una de ellas y, al mismo tiempo, justifique la división que establezcas.
  • Define la relación existente entre ellas.

Análisis del contenido: 

Punto de vista, actitud del autor o del emisor y tono.

  • El narrador o emisor puede condicionar nuestra manera de enjuiciar aquello que se nos presente o la actitud o actuación de ciertos personajes.
  • Observa el punto de vista y la actitud que toma el autor o el emisor frente a los hechos o los personajes, porque a través de ellos es como percibimos lo que se nos transmite y tendemos a aceptarlo, aunque no siempre haya que hacerlo. Comprueba si predomina la objetividad o la subjetividad.
  • A veces el punto de vista es único, pero otras pueden presentarse dos o tres perspectivas diferentes, sobre todo, en algunos textos narrativos actuales o en textos dramáticos donde varios personajes pueden presentar un hecho o un suceso desde distintos enfoques.
  • En ocasiones, aunque no es muy frecuente, el autor o el narrador puede desdoblarse en dos y mostrar distintos puntos de vista.
  • El tono que utiliza el emisor (autor, narrador, personaje, etc.) influye también en el contenido del texto y, además, puede darte pistas para entender el verdadero significado de algunas frases e incluso del propio texto, sobre todo en textos humorísticos o irónicos. El tono puede ser neutro, sugestivo, persuasivo, íntimo, convincente, irónico, despectivo, etc.


Análisis de la forma

El código que emplea el autor en el texto es la propia lengua, en nuestro caso el castellano. No obstante, por la función poética, que es la predominante en los textos literarios, sufre mayores o menores desviaciones, en función del género literario que el autor elija, la finalidad que persiga con el texto y los recursos estilísticos que utilice.

Es muy importante que observes el registro o los registros lingüísticos que aparecen en el texto porque se puede jugar con ellos:

  • Si en el texto interviene un solo emisor, el registro suele ser el estándar o el culto.
  • Si el texto es narrativo, el narrador puede utilizar un registro estándar o culto, pero si acude al diálogo o al estilo directo para poner de manifiesto las palabras o la forma de expresarse de ciertos personajes, puede introducir variedades dialectales, coloquiales, vulgares, etc. Lo mismo puede ocurrir en un texto dramático.

En este apartado se estudia especialmente la cohesión del texto.

  • Por metodología, se suelen estudiar los recursos estilísticos o literarios siguiendo los planos del lenguaje.
  • Busca información y ejemplos en los manuales de literatura de los distintos recursos. Te será muy útil y te facilitará mucho el trabajo.
  • Recuerda que, además de localizar los recursos lingüísticos y literarios, tienes que explicar qué función tienen en el texto y qué efecto producen en el lector. Tu comentario no puede reducirse a un inventario de recursos gramaticales, léxicos o semánticos.

Recursos gráficos:

¿Llama de forma especial la atención la distribución de las líneas de la página?

  • Observa si el empleo de las mayúsculas es el correcto o aparecen frases o palabras escritas todas ellas en letras mayúsculas.
  • ¿La puntuación del texto sigue la norma habitual?

Recursos fónicos:

En poesía:
  • La medida de los versos: el cómputo silábico. Los versos de arte mayor o menor. La sinalefa. La diéresis, la sinéresis.
  • La rima: consonante y asonante.
  • El tono.
  • Las pausas y los encabalgamientos.

En los textos en general:

  • Onomatopeyas, aliteraciones, paronomasias, similicadencias, cacofonías, eufonías...



Las referencias literarias asociativas

El texto como comunicación y conclusión:

Analiza también el texto desde el punto de vista comunicativo. Para ello, habrás de tener en cuenta su finalidad, las funciones predominantes del lenguaje utilizado y la relación que se establece entre el emisor y el receptor dentro del texto.
Si lo consideras oportuno, puedes exponer la opinión que te merece el texto a modo de conclusión, pero deberás argumentarla evitando la utilización de tópicos.

Redacción final

La redacción del comentario exige también una organización porque tiene que tener, como cualquier texto, coherencia y cohesión. Tu redacción final debe ser clara, ordenada, amena y convincente.
No olvides que, aunque estés comentando un texto, tú estás creando otro. Tu reflexión, análisis y conclusiones tienes que plasmarlas eligiendo la tipología textual de la exposición, e, igualmente, debes argumentar todo lo que expones.

Tu texto se inscribe dentro del ámbito académico. Es preciso que muestres, además de tu capacidad para comentar un texto, tu conocimiento del vocabulario específico de la filología y la crítica literaria (a tu nivel), empleándolo adecuadamente.

  • Utiliza párrafos breves y periodos oracionales que no sean farragosos porque dificultarían la comprensión de aquello que quieres transmitir.
  • Tu vocabulario debe ser escogido y preciso.
  • Repasa la redacción para asegurarte de que no has cometido faltas de ortografía. Si lo has escrito en el ordenador, pasa el corrector ortográfico.
  • Lee tu comentario desde el principio hasta el final, como lo hará tu profesor. Corrige todos los errores gramaticales o léxicos que encuentres.
  • Déjalo reposar, si es posible, uno o dos días.
  • Revísalo de nuevo por si se te ha pasado algún detalle o por si algo no ha quedado expresado con suficiente claridad y aún persiste algún error.



(Material extraído de Learning Essentials para estudiantes, Microsoft.)