domingo, 18 de mayo de 2014

"Cuerpo de mujer" Pablo Neruda. Comentario.

El Poema 1 de Veinte Poemas de amor y una canción desesperada perteneciente en el siglo XX, ya que es escrito en 1924 por Pablo Neruda, expresa el sentimiento del yo lírico sobre la satisfacción física y sexual mientras se siente un vacío, la soledad o el desamparo.    También, Neruda establece un contraste entre el cuerpo que  ofrece y el interior más distante que carece de entrega emocional.  Por ende, los temas que Neruda presenta en Poema 1, son la soledad, el desamparo, la entrega corporal, y la relación entre el hombre y la naturaleza.  Las ideas que se desprenden de los temas anteriormente mencionados son: la entrega corporal no saca la soledad,  la falta de entrega emocional conlleva a la angustia y el desamparo y que la relación de la tierra con el hombre es parecida a las relaciones entre humanos.  Neruda plantea que la entrega corporal no quita el sentimiento de soledad ya que plantea en la primer estrofa la entrega corporal mientras que en la siguiente estrofa plantea la soledad y el desamparo por falta d entrega emocional; lo cual establece que el momento que se supone que es el momento más íntimo es la desnudez, mientras que el verdadero momento más interno y personal es en la entrega emocional.  Esto hace referencia con que la falta de entrega  emocional lleva a la angustia y soledad.  Por último,  Neruda refleja la relación de los hombres con las mujeres  en la relación del hombre con la tierra, Neruda reencarna a la mujer en la Tierra ya que hace referencia a la tierra que se entrega y al hombre que trabaja en ella y esta finalmente da frutos.  Como con la mujer, el hombre trabaja en su cuerpo para poder dar frutos, hijos.
                La composición externa de este poema está organizada en 4 partes, ya que Neruda dividió el poema en cuatro estrofas.  Mientras que la composición interna está dividida en dos partes, entre las primeras dos estrofas y las últimas dos debido a un cambio temporal ya que a partir de la tercer estrofa cae la noche.  El poema tiene una gradación ascendente de lo emocional y los sentimientos ya que el poema empieza con un plano físico y sexual: “Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos” y termina en un plano emocional: “Oscuros cauces donde la sed eterna sigue, y la fatiga sigue, y el dolor infinito.”  Asímismo hay una repetición de “cuerpo”, lo que resalta el plano físico y sexual en la relación de hombres y mujeres.  También hay repetición de la imagen cromática del color blanco tal como: “blancos y leche”, haciendo referencia a la virginidad.  Por último hay repetición de elementos de la naturaleza como: “musgo, rosas” para resaltar la relación entre la naturaleza y los seres humanos.  Hay diseminación y recolección ya que en las primeras tres estrofas hay enumeraciones dispersas de elementos como el cuerpo humano y la naturaleza, y en la última estrofa estos elementos dispersos son recolectados para  concluir que aun así disponiendo del cuerpo, se siente un gran vacío emocional.
                El aspecto fónico es de suma importancia ya que la musicalidad del verso es lo esencial en el poema.  Los versos son libres ya que tienen una métrica irregular. También,  el poema tiene una rima asonante en los versos pares, tal como:”entrega, tierra”, “poderosa, honda” y “firme, triste”.  Los intensificadores sonoros utilizados por Neruda son la aliteración, por ejemplo, en la última estrofa: “ansia, sin, indeciso, cauces, sigue.”  Por último, Neruda utiliza encabalgamiento tal como en: “Fui solo como un túnel.  De mi huían los pájaros y en mí la noche entraba su invasión poderosa. ”  Esta ausencia de pausa al final del verso genera un ritmo más rápido.
                En la primera parte, se destacan los siguientes recursos: anáfora, imágenes cromáticas, metáforas impuras, y comparaciones.  La anáfora de “cuerpo” nos pone en contexto ya que se trata de un encuentro íntimo y esta anáfora resalta el plano físico.  Asímismo, podemos observar que Neruda utiliza la imagen cromática del blanco, que  se puede relacionar con la pureza y virginidad, otra vez poniéndonos en contexto con esta situación íntima y sexual.  Al mismo tiempo, hay metáforas impuras, tales como “y hace saltar al hijo del fondo de la tierra”, la tierra simbolizando a la mujer, entonces refuerza la idea de que los hombres establecen una relación similar entre sí como con la naturaleza ya que después de trabajar en la tierra, esta da sus frutos, que puede simbolizarse con el encuentro sexual y la creación del hijo.  También, en esta primer parte, Neruda utiliza varias comparaciones tales como: “Fui solo como un túnel”, el túnel simbolizando la soledad.  En: “te forjé como un arma, como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.”  Esta comparación se refiere a que el hombre hizo que la mujer fuese indispensable para él, manteniendo una relación de dependencia, y su ausencia provocaría angustia, soledad y desamparo.  Mientras que en la segunda parte, se destacan los siguientes recursos estilísticos; la enumeración, el paralelismo sintáctico, metáforas impuras, adjetivos posesivos, lítote y contraste.  En “Pero cae la hora de la venganza”, hay un cambio de tiempo, ya que ahora es de noche, lo que simboliza lo negativo: la angustia, la soledad, el desamparo.  Asímismo, hay paralelismo sintáctico en: “Ah los vasos de pecho! Ah los ojos de ausencia!   Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!”, además de tener paralelismo sintáctico, hay un contraste entre la entrega física y corporal y la ausencia de entrega emocional, ya que aún teniendo  las rosas en el pubis, la situación es triste debido a la incomunicación.  Este paralelismo sintáctico es usado para resaltar el contraste de lo físico y sentimental mediante a dos comparaciones con la misma estructura sintáctica.  Asímismo, los 4 elementos mencionados anteriormente: “el pecho, los ojos, el pubis y la voz” son metáforas impuras que representan a lo sexual y a la incomunicación emocional respectivamente.  También podemos observar que Neruda utiliza lítote (negar) en “mi sed, sin límite”, para enfatizar el no poder controlarla y su gran deseo.   Además, el uso de adjetivos posesivos tal como “mía, tu y mi”, resaltan el hecho de que el poema es algo personal, entonces la gente puede enfatizar más fácilmente con el yo lírico y sentirse más involucrado en el poema.   Por último, hay una enumeración al final de “la sed eterna sigue, y la fatiga sigue,  y el dolor infinito”, enfatizando el dolor emocional causado por el goce y deseo de la mujer.
                Entonces, puedo llegar a la conclusión que Neruda transmite los temas e ideas de Poema 1 a través de un uso correcto de los recursos de estilo, especialmente el contraste, entre la entrega corporal y escasez de sentimientos, que hace referencia al desamparo, la angustia y la soledad; los temas principales de la obra.

Concepto dionisíaco de Nietzsche

Uno de los aportes filosóficos, de este pensador alemán, fue la exaltación del espíritu  dionisíaco como catalizador de la liberación humana.

Según Nietzsche fue el aspecto de la tragedia griega lo que exalto la verdadera grandeza y alcance de la cultura helénica. Por que  es en la tragedia donde confluyen dos fuerzas que habían servido de inspiración a todo el esplendor griego: lo apolíneo y lo dionisíaco.

La vía apolínea es el concepto de orden, medida y proporción en las cuestiones y en el proceder virtuoso de los hombres. Es la búsqueda de lo  Racional y luminoso. La indagación ordenada de las cosas y los seres.

Lo apolíneo es el principio racional mediante el cual se refrena el impulso salvaje en los hombres, es el dominio de las pasiones humanas.

La vía dionisíaca es la contraria a la vía apolínea, es  la exaltación desencadenada de los impulsos vitales en los factores tales como: la salud, la juventud y  sensualidad. Mas allá del orden y la luz del entendimiento, lo dionisíaco busca en el desenfreno pasional para lograr  lo creativo, lo oscuro. Es en la efervescencia irreverente y desordenada  en la exaltación de las pasiones para alcanzar superar las limitantes que someten la verdadera plenitud humana que se ubica en la irracionalidad humana.

Nietzsche exalto de sobremanera la vía dionisiaca como la ebria aceptación de la vida. Como la clave para alcanzar la grandeza humana sobre aquellos que limitan su elevación mediante lo conceptos de   caridad, orden, amor, virtud y mesura.  

La inmoderación de las pasiones libera todo el poder del hombre sobre sí mismo y sobre los demás al quedar totalmente libre de toda atadura y compromiso que lo someta.

El espíritu dionisiaco simboliza una liberación vitalista que propone al antropocentrismo. Con el cual el ser humano no rinde cuentas de sus actos son libres mas allá del bien y del mal por que lo ayudan a lograr el poder y el dominio.

Para Nietzsche lo dionisiaco representa el sentido intenso de la vida. Y es en esta intensidad donde el superhombre libera toda su energía vital mediante su naturaleza animal y  divina. Es en la incontinencia pasional donde el hombre encuentra su identificación con el universo, con el caos primigenio.

Es la salvaje explosión vital en donde se extirpan los límites que reprimen y reducen la grandeza de la naturaleza humana. Cuyo icono es el dios griego es  Dionisios, dios del vino y del éxtasis.

Es admitir que  la vida  en su esencialidad es producto del azar y del caos. Permitiendo a quien  la liberal operación de los actos humanos sin prejuicios, normas, dogmas y reglas

El absoluto poder humano en la intensidad de las pasiones, las cuales se descubren mediante el genio y la locura. Es por ello que muchos artistas embotan sus sentidos para el libre desenfreno de sus actos y realizar obras que muestren el alcance humano sin la rectitud de la razón.

Belleza y crueldad, fortaleza y dominio son las “virtudes” que manifiestan la grandeza del verdadero hombre en Nietzsche. Un hombre que no rinde cuentas si no tan solo fluye en su actuar apasionado e irreverente.

En Nietzsche, la grandeza humana no se alcanza con la iluminación y la claridad del pensamiento sino por el contrario, el culmen humano esta en lo irracional, en la locura.

Artículo sobre "Demian"

http://www.elboomeran.com/upload/ficheros/noticias/12.12_demian.pdf

viernes, 16 de mayo de 2014

La ciencia ficción.

Ciencia ficción
Escrito por
La ciencia ficción es uno de los géneros pertenecientes al ámbito ficticio. Se diferencia de la fantasía en que, dentro del contexto de la obra, los elementos imaginarios son posibles para las leyes de la naturaleza establecidas científicamente (aunque algunos elementos son totalmente imaginarios o provienen de la especulación). La exploración de las consecuencias de estas diferencias es el objetivo tradicional de la ciencia ficción, lo cual la convierte en una ‘literatura de ideas’. La ciencia ficción está basada en gran parte en la escritura entretenida y racional sobre posibilidades que ocurren en escenarios desconocidos. Entre estos lugares se pueden incluir:
-Un escenario en el futuro, en líneas temporales alternativas o en un pasad histórico que contradice los hechos conocidos de la historia o de los registros arqueológicos.
-Un escenario en el espacio exterior o en otros mundos que involucran la presencia de extraterrestres.
-Historias que incluyen principios científicos o tecnológicos que contradicen las leyes de la naturaleza conocidas.
-Historias que involucran el descubrimiento o la aplicación de nuevos principios científicos, como el viaje en el tiempo, el estudio de los poderes psíquicos, nuevas tecnologías, robots o sistemas sociales y políticos distintos (por ejemplo, una ‘distopía’ o un escenario en el que la sociedad organizada colapsó).
Definiciones
Es difícil definir a la ciencia ficción, ya que incluye un amplio rango de subgéneros y temas. El escritor y editor Damon Knight resumió la causa en la que estriba la dificultad al decir que ‘la ciencia ficción aparece cuando la vemos, definición compartida por el autor Mark C. Glassy, quien afirma que la definición de la ciencia ficción es como la de la pornografía: no se sabe lo que es, pero se la reconoce al verla. Vladimir Nabokov dijo que si uno era riguroso con la definición, la obra de Shakespeare ‘La tempestad’ tendría que ser ciencia ficción.
Según el escritor Robert A. Heilein, ‘una definición corta y práctica de ciencia ficción sería la siguiente: especulación realista sobre eventos futuros posibles, basados en un conocimiento sólido del mundo real, de su pasado y presente, y sobre un entendimiento completo de la naturaleza y del significado del método científico’. La definición de Rod Serling postula que ‘la fantasía es lo imposible tomado como algo probable. La ciencia ficción es lo improbable hecho posible'. Lester del Rey escribió 'Incluso los aficionados devotos tienen dificultades al tratar de explicar lo que es la ciencia ficción, y esa es la razón por la que no existe una definición satisfactoria ya que no hay límites fácilmente distinguibles en esta disciplina'.
Forrest J. Ackerman usó la expresión ‘sci-fi’ en UCLA en 1954. A medida que la ciencia ficción fue entrando a la cultura popular, los escritores y seguidores activos comenzaron a asociar al término con las películas ‘clase B’ de bajo presupuesto y con la ciencia ficción de baja calidad estilo pulp. Hacia 1970 los críticos del campo como Terry Carr y Damon Knight usaban ‘sci-fi’ para distinguir las obras ‘de baja calidad’ de la ciencia ficción seria. Alrededor de 1978, Susan Word y otros introdujeron el término ‘skiffy’. Meter Nicholls afirmó que ‘SF’ (‘science fiction) es la ‘abreviación preferida dentro de la comunidad de escritores y lectores de ciencia ficción’. La revista ‘Ansible’ de David Langford incluye una sección regular llamada ‘Como los demás nos ven’ (‘As others see us’) que ofrece numerosos ejemplos del uso peyorativo de la ciencia ficción por personas fuera del género.
Historia de la ciencia ficción
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La ciencia ficción como género literario es un campo diverso ya que hay poco consenso sobre su definición entre los estudiosos y seguidores, y su origen es una pregunta abierta. Algunos postulan a la Epopeya de Gilgamesh como texto primigenio del género. Otros afirman que la ciencia ficción comenzó a fines de la Edad Media, o que la ciencia ficción se hizo posible gracias a la Revolución Científica, sobre todo por los descubrimientos de Galileo y Newton en astronomía, física y matemática. Algunos ubican el origen con la novela gótica, sobre todo con ‘Frankestein’ de Mary Shelley.
La ciencia ficción se desarrolló y cobró impulso en el siglo XX, y la penetración profunda de la ciencia y los inventos dentro de la sociedad creó un interés por la literatura que exploraba la influencia de la tecnología sobre la sociedad. Actualmente, la ciencia ficción posee una influencia significativa sobre el mundo de la cultura y el pensamiento, y está representada en todas las variedades de los medios.
Los precursores de la ciencia ficción
Varios historiadores proclamaron un origen antiguo para el género de la ciencia ficción. Esta es la opinión de una minoría en la actualidad, ya que la mayor parte de los estudiosos ubican a estas obras como ejemplos de proto-ciencia ficción a lo sumo. Lester del Rey afirmó que el primer trabajo de ciencia ficción fue la primera obra literaria que se conoce hasta el momento, la Epopeya de Gilgamesh. En esta obra hay una escena en que se parece en ciertos puntos a los lugares apocalípticos de la ciencia ficción. Entre las obras griegas que incluyen elementos de este estilo se cuentan ‘Las nubes’ y ‘Los pájaros’ de Aristófanes, la descripción de la Atlántida de Platón y la ‘Historia verídica’ de Luciano. Los primeros elementos de ciencia ficción también aparecen en las antiguas obras hindúes como el ‘Ramayana’, en la que había máquinas voladoras que podían llegar a la atmósfera de la Tierra.
Obras de la literatura fantástica como las ‘Metamorfosis’ de Ovidio, ‘Beowulf’, El anillo del Nibelungo’, ‘La divina Comedia’ de Dante y ‘La tempestad’ de Shakespeare también se les atribuyeron la presencia de elementos de ciencia ficción. ‘La tempestad’ incluye al prototipo renacentista de científico loco, y fue adaptada en la película de ciencia ficción ‘Forbidden planet’.
L. Sprague de Camp y varios autores citan a la 'Historia verídica' de Luciano como uno de los primeros ejemplos de ciencia ficción. La postura del crítico inglés Kinglsley Amis es ambivalente a este respecto. Aunque escribió que 'difícilmente sea ciencia ficción, ya que acumula una extravagancia tras otra para lograr un efecto cómico', reconoce implícitamente su carácter de ciencia ficción al comparar el argumento de la obra con las óperas espaciales del siglo XX: 'Tan sólo remarcaría que la viveza y sofisticación de la Historia Verídica es un chiste al lado de la ciencia ficción escrita entre 1910 y 1940'. Los temas y lugares típicos de la ciencia ficción incluidos en ‘Historia verídica’ son: el viaje hacia el espacio exterior, los encuentros con formas alienígenas, la guerra interplanetaria, la colonización de planetas, el gigantismo, las criaturas como productos de la tecnología humana, mundos que funcionan mediante un conjunto de leyes ‘físicas’ alternativas y un deseo explícito del protagonista por la exploración y la aventura.
Varias historias dentro de ‘Las mil y una noches’ también incluyen elementos de ciencia ficción. Un ejemplo es ‘Las aventuras de Bulukiya’, donde el protagonista se embarca en una misión para conseguir una hierba que le otorgaría inmortalidad y entonces sale a explorar los mares y viaja a través del cosmos hasta llegar a mundos distintos, lo cual anticipa los viajes intergalácticos. En el camino se encuentra con sociedades de jinns, sirenas, serpientes parlantes, árboles que hablan y otras formas de vida. En ‘Abdulah el pescador’ el protagonista gana la habilidad de respirar bajo el agua y descubre una sociedad submarina que es retratada como un reflejo invertido de la sociedad terrícola, ya que la sociedad acuática sigue un conjunto de reglas comunitarias y no existen conceptos como dinero o vestimenta. Otros cuentos de esta obra tratan sobre tecnologías antiguas perdidas, civilizaciones avanzadas que desaparecieron y catástrofes apocalípticas. En 'La ciudad de Brass' hay un grupo de viajeros que se encuentran en una expedición arqueológica en el Sahara y buscan encontrar un velero de latón que Salomón usó antiguamente para atrapar a un jinn. En el viaje se encuentran con una reina momificada, habitantes petrificados, robots parecidos a los humanos, marionetas que danzaban si hilos y un caballo-robot de latón que lidera al grupo hacia la ciudad perdida. El ‘Caballo de Ébano’ incluye un robot en la forma de un caballo mecánico volador controlado por medio de unas llaves que podían volar hacia el espacio y el Sol. En ‘El cuento del tercer Qalandar’ también incluye un robot en la forma de un marinero. Estos dos últimos cuentos pueden considerarse ejemplos de proto-ciencia ficción. Otros modelos de ficción proto-científica pueden ser ‘Opiniones de los residentes de una ciudad espléndida’ de Al-Farabi, que trata sobre una sociedad utópica, o el cuento futurista de Al-Qazwini, ‘Awaj bin Anfaq’, que trata sobre un hombre que viaja a la Tierra desde un planeta distante.
En la narrativa japonesa del siglo X, podría considerarse al 'Cuento del cortador de bambú' como ejemplo de proto- ciencia ficción. La protagonista de la historia, Kaguya-hime, es una princesa de la Luna que es enviada a la Tierra por su seguridad durante una guerra, y es criada por un cortador de bambú en Japón. Luego la llevan de regreso a la Luna, donde se encuentra con su familia extraterrestre. La ilustración del manuscrito muestra una máquina voladora similar a un platillo volador.
Según Roubi, los dos capítulos finales de la novela ‘Fadil ibn Natiq’ (conocida como ‘Yheologus Autodidactus’ en Occidente) del escritor Ibn-al-Nafis (1213-1288) puede ser considerados como ciencia ficción. La novela trata sobre varios elementos relacionados con la ciencia ficción, como la generación espontánea, la futurología, los temas apocalípticos, la escatología, la resurrección y la vida en el Más Allá, etc. Sin embargo, en lugar de dar explicaciones mitológicas o sobrenaturales a estos temas, Ibn-al-Nafis intenta explicarlos usando su extenso conocimiento sobre anatomía, biología, fisiología, astronomía, cosmología y geología. Por ejemplo, es a través de la novela que el autor introdujo su teoría científica sobre el metabolismo, y se refirió a sus descubrimientos científicos sobre la circulación pulmonar para explicar la resurrección del cuerpo. La novela fue traducida al inglés como ‘Theologus Autodidactus’ a principios del siglo XX.
Verne y Wells: los iniciadores
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La rama europea de la ciencia ficción comenzó a fines del siglo XIX con las novelas científicas de Julio Verne y las obras de crítica social de H. G. Wells.
Las historias aventureras de Verne, entre las que se destacan ‘Viaje al centro de la tierra’ (1864), ‘De la Tierra a la Luna’ (1865) y ‘Veinte leguas submarinas’ (1869), mezclaban aventuras románticas con tecnología de avanzada o extrapolada del futuro. Fueron éxitos comerciales tremendos, y establecieron la posibilidad de que un escritor viviera de su oficio. L. Sprague de Camp cita a Verne como ‘el primer escritor de tiempo completo sobre ciencia ficción’.
Verne y Wells: los iniciadores
Verne y Wells: los iniciadores
Las historias de Wells, por otra parte, incluían tramas de ciencia ficción para establecer puntos didácticos sobre la sociedad de su tiempo. En 'La máquina del tiempo' (1895), por ejemplo, los detalles técnicos de la máquina son descritos rápidamente para que el viajero en el tiempo pueda centrarse en hacer su crítica a la estratificación de la sociedad inglesa. Sin embargo, Wells demuestra la importancia de la relación espacio-tiempo que luego se convertiría en el centro de la teoría de Einstein. la historia también usa elementos de las teorías evolutivas darvinianas, y muestra su preocupación por el Marxismo. En ‘La guerra de los mundos’ (1898), la tecnología marciana no se explica como se describiría en una historia de Verne, y la historia se resuelve por un ‘deus ex machina’.
La diferencia entre Verne y Wells resalta la tensión que existe dentro de la ciencia ficción a lo largo de su historia. La elección entre la presentación de una tecnología realista o la concentración en los personajes e ideas, siempre estuvo presente, y tiene como consecuencia la cuestión de si vale más contar una historia apasionante o marcar un punto didáctico.
Wells y Verne tenían unos cuantos rivales dentro de este género. Algunos cuentos cortos y novelas de esta temática aparecieron a lo largo del siglo XIX, y muchos de ellos emplearon ideas científicas como base para sus mundos imaginarios. Samuel Butler publico ‘Erewhon’ en 1872, que trataba sobre el concepto de la aparición de sentimientos en las máquinas y el reemplazo de la raza humana por ellas. Aunque más conocido por Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle también escribió ciencia ficción, así como Rudyard Kipling, Jagadananda Roy y Begur Roquia Sakhawat Hussain. La ciencia ficción feminista también comenzó por estos años, con obras como ‘El sueño de la sultana’ de Begur Roquia Sakhawat Hussain y ‘Herland’ de Charlotte Perkins Gilman.
Wells y Verne tenían lectores internacionales, por lo que lograron influir sobre los escritores de América. Al poco tiempo la ciencia ficción americana comenzó a crecer a un ritmo vertiginoso. Los escritores europeos encontraron más lectores en el mercado norteamericano, y por eso comenzaron a escribir sus obras al estilo americano.
La proto-ciencia ficción norteamericana
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En las últimas décadas del siglo XIX, las obras de ciencia ficción para niños y adultos eran numerosas en América, aunque todavía no habían recibido el nombre de ‘ciencia ficción’.
Había elementos de ciencia ficción en las historias de  Nathaniel Hawthorne y Fitz-James O’Brien. Edgar Allan Poe suele ser mencionado al lado de Verne y Wells como uno de los fundadores de la ciencia ficción. Varios de sus cuentos, además de la novela ‘The narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket’ pertenecen a este género. Una novela satírica de 1872 del filósofo George Tucker, ‘A voyage to the moon, suele ser citada como la primera novela norteamericana de ciencia ficción.
Una de las obras de ciencia ficción americana más exitosas fue la segunda novela más vendida en los Estados Unidos en el siglo XIX: ‘Looking backward’, de Edgard Bellamy (1888). La novela trata sobre una sociedad del futuro basada en la observación de la gente de ese momento.
La proto-ciencia ficción norteamericana
La proto-ciencia ficción norteamericana
Mark Twain exploró algunos temas de ciencia en su novela ‘A connectituc yankee in King Arthur’s court’ (‘Un americano de Connecticut en la corte del rey Arturo’). Por medio de la ‘trasmigración de las almas’ o ‘transposición de épocas y cuerpos’, el protagonista de la novela regresa en el tiempo con sus conocimientos decimonónicos. Escrita en 1889, ‘A Connecticut yankee’ predice indirectamente los eventos de la 1º Guerra Mundial, cuando las viejas ideas europeas sobre la caballería son reemplazadas por las nuevas armas y tácticas.
La serie de 14 novelas del escritor Frank Baum (1900-1920), basadas en la Tierra de Oz, contenían descripciones sobre extrañas armas, hombres mecánicos y una serie de inenciones tecnológicas todavía no realizadas, además de aparatos que representan la primera aparición literaria de comunicadores inalámbricos manuales.
Jack London escribió varias historias de ciencia ficción, entre las que se incluían ‘The red one’ (una historia que involucraba extraterrestres), ‘The iron heel’ (ubicada en el futuro desde el punto de vista del autor) y ‘The unparalleled invasion’ (una historia que involucraba una guerra bacteriológica y de limpieza racial). También escribió una historia sobre invisibilidad y otra sobre un arma de gran energía. Estas historias comenzaron a cambiar las características de la ciencia ficción.
Edgard Everett Hale escribió ‘The brock moon’, una novela inspirada en los relatos de Verne que se destaca por ser la primera en describir un satélite artificial. Escrita en el estilo de sus demás obras, emplea un realismo pseudos-periodístico para contar una historia de aventuras ligeramente basada en la realidad.
Edgar Rice Burroughs (1875-1950) comenzó a escribir ciencia ficción para revistas pulp justo antes de la 1º Guerra Mundial, y consiguió publicar su primera historia, ‘Under the Moons of Mars’, en 1912. Continuó publicando historias de aventura, muchas de ellas de ciencia ficción, a lo largo de su vida. Los pulps publicaban historias aventureras de todo tipo; la ciencia ficción tenía que encajar con los asesinatos miseriosos, el horror, la fantasía, etc.
Comienzos del siglo XX de la ciencia ficción
Escrito por
La siguiente generación de grandes escritores estaba conformada por Olaf Stapledon (1886-1950) y J. H. Rosny Ainé, nacido en Bélgica. El primero escribió obras como ‘Last and first men’ (1930), ‘Odd John’ (1935), ‘Star maker’ (1937) y ‘Sirius’ (1940), que introdujeron miles de ideas adoptadas posteriormente por los escritores de ciencia ficción. Por su parte, Rosny fue el ‘padre’ de la ciencia ficción francesa moderna, y escribió clásicos como ‘Les Xipehuz’ (1887) y ‘La mort de la Terre’ (1910). Sin embargo, los años ’20 y ’30 vieron la transformación del género en un nuevo formato.
Comienzos del siglo XX de la ciencia ficción
Comienzos del siglo XX de la ciencia ficción
El nacimiento de los pulps (o folletines)
El desarrollo de la ciencia ficción americana como género consciente comienza en parte en 1926, cuando Hugo Gernsback funda la revista ‘Amazing stories’, dedicada exclusivamente a las historias de ciencia ficción. Aunque se habían publicado revistas de ciencia ficción en Suecia y Alemania antes, ‘Amazing Sotires’ fue la primera revista norteamericana en dedicarse a la publicación exclusiva de este subgénero. Aunque Gernsback alentaba la escritura de historias que incluyeran realismo científico para educar a sus lectores sobre los principios científicos, los relatos solían ser historias apasionantes con poca base en la realidad.
Las historias publicadas en esta y otras revistas ‘pulp’ tuvieron gran éxito, pero fueron vistas como ‘literatura barata’ en lugar de obras serias. Sin embargo, las revistas dedicadas enteramente a la ciencia ficción impulsaron de gran manera la conciencia pública sobre la especulación científica. ‘Amazins sotories’ competía con varias otras revistas pulp, como ‘Weird Tales’, ‘Astounding Stories’ y ‘Wonder Stories’, durante la década del ’30. Fue en la era de Gernsback que los seguidores de la ciencia ficción aparecieron por medio de las ‘Cartas al Editor’ de cada publicación.
La película de Fritz Lang, ‘Metrópolis’ (1927), en la que se ve por primera vez un robot humanoide, y el amor de los futuristas italianos por las máquinas fueron indicadores de las esperanzas y los miedos del mundo entre las grandes guerras europeas. ‘Metrópolis’ fue un film muy exitoso, y su estética art-deco se convirtió en la guía de los folletines de ciencia ficción por un tiempo.
Escritura modernista de la ciencia ficción
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Los escritores querían responder al nuevo mundo posterior a la 1º Guerra Mundial. En los '20 y los '30, escritores totalmente desconectados de la ciencia ficción comenzaron a explorar nuevas maneras de contar historias y de tratar al tiempo, el espacio y la experiencia en formas narrativas novedosas. Las obras publicadas póstumamente de Franz Kafka y las de escritores modernos como James Joyce, T. S. Eliot, Virginia Wolf y otros, incluían historias en las que el tiempo y la identidad individual podían expandirse, contraerse y distorsionarse. Aunque sus obras estaban desconectadas de la ciencia ficción como género, trataban sobre el impacto de la modernidad (tecnología, ciencia y cambios) en la vida de las personas. Décadas después, durante el movimiento de la Nueva Ola, algunas técnicas literarias modernistas entraron en el campo de la ciencia ficción.
Las obras del dramaturgo checo Karen Capek –The Makropulos affair’, ‘R.U.R.’, ‘The life of the insects’- y la novela ‘War with the Newts’, formaron motivos importantes de la ciencia ficción. ‘R.U.R.’ se destaca por la introducción de la palabra ‘robot’ en el vocabulario mundial.
Un tema fuerte en la escritura moderna es la alienación, es decir, la conversión de escenarios familiares a extraños, de manera que el comportamiento considerado como ‘normal’ pasa a ser visto como un conjunto de prácticas bizarras de una cultura alienígena. La audiencia de las obras modernas suele enfrentarse con el cuestionamiento de todo lo existente.
Escritura modernista de la ciencia ficción
Escritura modernista de la ciencia ficción
Al mismo tiempo, la tradición de las novelas literarias de ciencia ficción que trataban sobre la disonancia entre las condiciones utópicas y la expresión total de los deseos humanos, comenzaron a desarrollar lo que fue llamado ‘la novela distópica’ (en oposición a la utópica). Por un tiempo los elementos de ciencia ficción de estas novelas fueron ignorados por los críticos literarios, a pesar de que su deuda con el género de la ciencia ficción es bastante grande. Las obras utópicas, como muchas de Wells, también influyeron sobre la ciencia ficción, comenzando por ‘Ralph 124C41’ de Hugo Gernsback. La novela de Yevgeny Zamyatin de 1920, ‘We’, describe un intento totalitario por crear una utopía cuyo resultado sería un estado diatópico en el que el libre albedrío sería eliminado. Aldous Huxley quebró la barrera entre las instituciones literarias jerárquicas y la ciencia ficción con 'Brave new world' (1932, 'Un mundo feliz'), un irónico retrato de una sociedad estable y ostentosa construida por la manipulación genética.
A fines de los ’30, John W. Campbell pasó a ser el editor de Astounding Science Fiction, tras lo cual surgió en Nueva York un grupo de nuevos escritores llamados ‘los Futurianos’ (‘the Futurians’), entre los que se contaban Isaac Asimov, Damon Knoght, Donald A. Wollheim, Frederik Pohl, James Blish, Judith Cerril, etc. Otros autores importantes de este período fueron Robert A. Heinleim, Arthur C. Clarke y A.  E. van Vogt. La asunción de Campbell como editor de Astounding se considera el comienzo de la Edad de Oro de la ciencia ficción, caracterizada por historias que celebraban los logros y progresos científicos. Esta época duró hasta los avances tecnológicos de la posguerra, luego de lo cual surgió una nueva generación de escritores con historias que se distanciaban de la modalidad de Campbell, y con revistas nuevas como ‘Galaxy’, editada por Pohl.
George Orwell fue quien escribió una de las mejores ‘distopías’ literarias con ‘1984’, escrito en 1948. En la novela Orwell muestra un régimen totalitario que domina a la sociedad a través del control de la información. ‘We’ de Zamyatin es reconocida como una influencia tanto en Huxley como en Orwell. Este último publicó una reseña sobre ‘We’ al poco tiempo de ser publicada en inglés, muchos años antes de escribir ‘1984’.
‘Fahrenheit 451’ de Ray Bradbury, ‘The dispossessed’ de Ursula LeGuin, gran parte de las obras de Kart Vonnegut, entre otros, continuaron en la ciencia ficción posterior este diálogo entre utopía y distopía.
Mitología pública
Orson Welles produjo desde el Teatro Mercury una versión radial de ‘La guerra de los mundos’ que pasó a la fama por provocar pánico en un gran número de personas que creyeron que el programa era un noticiero real. La idea de los invasores del espacio exterior se convirtió en una parte indispensable de la mitología pública.
Durante la 2º Guerra Mundial, los pilotos especularon sobre la posibles orígenes  de los ‘Foo fighters’ (nombre dado a los avistamientos de luces extrañas durante los vuelos). Las bombas alemanas V1 y V2 se sumaron a la creciente pregunta sobre el futuro de los viajes espaciales. Para el momento en que nació la historia sobre un platillo volador estrellado en Roswell en 1947, la ciencia ficción se había convertido en folclore.
La edad de oro de la ciencia ficción
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El período de los ’40 y los ’50 suele ser recordados como ‘la edad de oro de la ciencia ficción’.
La revista Astounding
Con la asunción en 1937 de un editor exigente, John W. Campbell, a la revista ‘Astounding’, y con la publicación de historias y novelas de escritores tales como Isaac Asimos, Arthur Clarke y Robert A. Heinlein, la ciencia ficción comenzó a ganar estatus dentro del mundo de la 'ficción seria'.
Campbell ejerció una extraordinaria influencia sobre el trabajo de estos escritores, moldeando la dirección de la ciencia ficción. Asimov escribió ‘éramos extensiones de él. Eramos sus clones literarios’. Bajo la dirección de Campbell, los años que van desde 1938 hasta 1950 se hicieron conocidos como ‘la edad de oro de la ciencia ficción’, aunque el mismo Asimov aclaró que se utilizó el mismo rótulo para referirse a otros períodos de la ciencia ficción.
La edad de oro de la ciencia ficción
La edad de oro de la ciencia ficción
Entre los consejos que Campbell daba a sus escritores se encuentra un famoso dicho, que decía 'Escriban sobre una criatura que piense tan bien como un humano, o mejor que un humano, pero no como un humano'. Puso énfasis sobre una calidad de escritura superior a la de los editores anteriores a él, dándole atención especial al desarrollo de grupos de jóvenes escritores que se reunieran a su alrededor.
Las incursiones en el género por parte de escritores que no se dedicaban con exclusividad a la ciencia ficción sirvieron para añadirle respetabilidad. Sin embargo, las tapas de las revistas con monstruos e imágenes tremendistas, preservaron la imagen de sensacionalismo que apelaba a los adolescentes. Había un deseo público por el sensacionalismo, deseo que provenía de la necesidad de la gente de salir del aburrimiento de sus vidas para viajar a otros mundos y tiempos.
Un efecto colateral interesante del régimen de Campbell fue su contribución al surgimiento de la Cienciología, religión creada por Ron Hubbard. Hubbard era un prometedor escritor de ciencia ficción, y uno de los protegidos de Campbell, quien publicó los primeros artículos de Hubbard sobre Diabética y los principios de la nueva religión. A medida que el ‘reinado’ de Campbell como editor de Astounding crecía, éste le comenzó a dar mayor atención  alas ideas de Hubbard, llegando a escribir editoriales sobre la Diabética incluso. Aunque Astounding siguió teniendo una base de seguidores leal, los lectores comenzaron a buscar otras revistas de ciencia ficción.
La edad de oro en otros medios
Con la fuente material provista por los escritores de la edad de oro, los avances en los efectos especiales y el deseo del público de encontrar material relacionado con los avances de la tecnología, todo se conjugó para la creación de importantes obras de ciencia ficción en el cine.
La industria fílmica de la ciencia ficción comenzó en los ’50 con la producción de películas como ‘Destination Moon’ (Destino: la Luna), ‘Them!’ (¡Ellos!), ‘Invasion of the body snatchers’, ‘Forbidden planet’ (El planeta prohibido), y muchas otras. Varias de estas películas estaban basadas en las historias de los escritores de Campbell. ‘The thing’ (‘La cosa’) era una adaptación de ‘Them’, de Campbell, y ‘Invasion of the body snatchers’ estaba basada en las novelas de Jack Finney. Por otro lado, ‘Destination moon’ tenía como base una novela de Heinleim, y ‘The beast of the 20,000 fathoms’ se basaba en un cuento de Ray Bradbury. Las historias catastróficas de John Wyndham –‘The day of the Triffids’ o ‘The kraken wakes’- también fueron fuentes de material.
Al mismo tiempo, la ciencia ficción comenzó a aparecer en un nuevo medio, la televisión. En 1953, ‘The quatermass experiment’ fue transmitido por la TV británica, y fue el primer programa importante de ciencia ficción. En los Estados Unidos, héroes de ciencia ficción como el Capitán Video, Flash Gordon y Back Rogers hicieron sus primeras apariciones en programas que se parecían más a las historias de ciencia ficción pre-campbellianas.
Fin de la edad de oro
Al buscar mayor libertad de expresión, muchos escritores comenzaron a publicar sus artículos en otras revistas, entre las que se incluían ‘The magazine of fantasy and science fiction’, ‘If’, una versión resucitada de ‘Amazing Stories’ y ‘Galaxy’.
Bajo el liderazgo de los editores H. L. Gold y luego Frederick Pohl, ‘Galaxy’ inauguró una línea literaria dentro de la ciencia ficción que tomaba elementos de la literatura ‘principal’. Era menos insistente en la plausibilidad científica que las historias de ‘Astounding’. El surgimiento de ‘Galaxy’ señaló el fin de la edad de oro de la ciencia ficción, aunque la mayoría de los escritores de dicha época fueron capaces de adaptarse a los cambios del género y siguieron escribiendo. Algunos, sin embargo, se movieron a otros campos. Isaac Asimov, por ejemplo, comenzó a escribir únicamente sobre hechos científicos, así como otros autores.
Ciencia ficción: La Nueva Ola y sus consecuencias
Escrito por
La Generación ‘Beat’
Las obras modernas de Samuel Beckett –‘Esperando a Godot’ y ‘El innombrable’- influyeron sobre los escritores de los ’50. En Beckett todo el sentido de tiempo y espacio desaparecen para dejar el centro a una voz que se divide en la necesidad de seguir existiendo y el deseo de encontrar silencio y caer en el olvido. En cambio, en los escritores de los ’50, el tiempo y el significado de la causa y el efecto son tratados para llegar a grandes efectos. La influencia de Beckett se sintió desde el punto de vista de que los escritores comenzaron a preocuparse por reflexiones más serias sobre el ser.
William S. Burroughs (1914-1997) fue el autor que unió finalmente a la ciencia ficción con la tendencia modernista en la literatura. Con la ayuda de Jack Kerouac, Burroughs publicó ‘Naked lunch’, la primera de una serie de novelas que empleaban una técnica semi-dadaísta llamada ‘the Cut-up’ (el recorte) además de deconstrucciones sobre la sociedad convencional, sacando la máscara de la normalidad para revelar el horror detrás.
Burroughs ideó sus visiones de la sociedad como un conjunto de conspiraciones alienígenas, monstruos, estados policiales, traficantes de drogas y niveles alternativos de realidad. La lingüística de la ciencia ficción se fundió con los experimentos del modernismo en la pesadilla de la generación beat.
Ciencia ficción: La Nueva Ola y sus consecuencias
Ciencia ficción: La Nueva Ola y sus consecuencias
La Nueva Ola
En 1960, el novelista británico Kingsley Amis publicó ‘New maps of hell’ (nuevos mapas del infierno), una historia literaria sobre el campo de la ciencia ficción. Este grado de atención por parte de un escritor tan importante y aceptado generó un gran bien para la reputación de la ciencia ficción.
Otro de los hitos fue la publicación en 1965 de ‘Dune’, de Frank Herbet, una obra ficcional densa y compleja que involucraba intrigas policiales en una galaxia futura, creencias místicas y religiosas extrañas y un ecosistema del planeta Arrakis. Otro de los grandes acontecimientos de esta época fue el surgimiento de la obra de Roger Zelazny, cuyas novelas como ‘Lord of light’ y ‘The chronicles of Amer’ mostraron que las líneas entre la ciencia ficción, la fantasía, la religión y el comentario social pueden ser muy finas.
También en 1965 el director francés Jean-Luc Godard usó en su película ‘Alphaville’ el tema de la distopía y la ciencia ficción apocalíptica para explorar a la sociedad y la lengua.
En Inglaterra, la generación de escritores de los ’60 (llamados ‘La nueva Ola’) experimentó con distintas formas de ciencia ficción, abriendo el género hacia el surrealismo, el drama psicológico y las corrientes de pensamiento actuales. La Nueva Ola de los ’60 se centraba alrededor de la revista ‘New worlds’ luego de la asunción de Michael Moorcock como editor en 1963. William Burroughs fue una gran influencia sobre ellos. Los escritores de la Nueva Ola creían que estaban construyendo un legado para el movimiento artístico francés de la Nueva Ola. Aunque la Nueva Ola (New Wave) fue mayormente un movimiento inglés, hubo paralelos en la ciencia ficción americana de ese momento. La relación de la Nueva Ola británica con los americanos quedó en claro con la antología de Harlan Ellison, ‘Dangerous visions’, donde se presentaban autores de ciencia ficción norteamericanos e ingleses cuyas historias empujaron los límites de lo que era aceptable en las revistas del género. Isaac Asimov la describió como una ‘Segunda revolución’, cuyo precedente fue la edad de oro.
La Nueva Ola y sus contemporáneos pusieron un gran énfasis sobre el estilo y la forma intelectual de una narración. También generaron controversia en temas que los antiguos escritores de ciencia ficción habían evitado. Por primera vez, la sexualidad –que según Amis había sido prácticamente obviada del género- recibió atención de escritores como Samuel Delany, Norman Spinrad y Theodore  Sturgeon. Los temas de política contemporánea también se hicieron escuchar, con escritores como John Brunner y J. G. Ballard que contaban historias sobre un medio ambiente arruinado.
Asimov recalcó que la Segunda Revolución fue mucho menos clara que la primera, y lo atribuyó al desarrollo de la antología, que dio lugar a que las viejas historias ganaran prominencia. Sin embargo, varios escritores de la edad de oro cambiaron su estilo cuando llegó la Nueva Ola. Robert A. Heinlein cambió sus relatos campbellianos sobre el futuro a historias ficcionales más estilizadas y sexualmente abiertas, entre las que se destacan ‘Stranger in a strange’ y ‘The moon is a harsh mistress’. Muchos otros continuaron teniendo éxito a medida que los estilos cambiaban.
Las películas de ciencia ficción también se inspiraron en los cambios del género. Las obras de Stanley Kubrick '2001: odisea del espacio', 'Dr. Strangelove' y 'La naranja mecánica', aportaron forma visual a la nueva dependencia del género en el estilo.
Ursula LeGuin extrapoló visiones que eran más antropológicas que técnicas, y trabajó con pequeñas modificaciones en sociedades imaginarias. Philip K. Dick exploró la metafísica de la mente en una serie de novelas e historias que apenas dependían de su contenido de ciencia ficción. LeGuin, Dick y otroos como ellos se vieron asociados al concepto de ciencia ficción blanda más que con los ideales de la Nueva Ola.
La ciencia ficción blanda se contrastó con la noción de ciencia ficción dura. Aunque la plausibilidad científica fue un tema centro en el género desde Gernsback, escritores como Larry Niven y Poul Anderson aportaron a la ciencia ficción dura historias con estilos más sofisticados y héroes caracterizados con mayor profundidad, a la vez que preservaron un nivel alto de sofisticación científica.
La ciencia ficción en los ‘80
Escrito por
Ciberpunk
A comienzos de los ’80, la Nueva Ola había reducido su presencia en el terreno de la ciencia ficción, hasta desaparecer por completo. A medida que las tecnologías de la computación comenzaron a volverse una parte integral de la sociedad, los escritores de ciencia ficción sintieron la necesidad de dar sus puntos de vista sobre su influencia en el escenario cultura y político. El movimiento Ciberpunk se desarrolló a principios de los ’80, y tiene sus raíces en la escuela de la Nueva Ola. Aunque partieron de estos escritores, los ‘ciberpunks’ desarrollaron su propio estilo, concentrándose sobre todo en los punks de sus ‘inframundos’ del futuro. Autores como William Gibson dieron la espalda al optimismo tradicional y apoyo a la ciencia ficción tradicional. La novela ‘Neuromancer’ de este autor, publicada en 1984, anunció el movimiento ciberpunk al resto del mundo literario y fue un tremendo éxito comercial. Otros escritores importantes del movimiento fueron Bruce Sterling, John Shirley y Neal Stephenson. Aunque el Ciberpunk luego se mezclaría con otros estilos de ciencia ficción, en sus comienzos parecía haber una noción ideológica pura. John Shirley comparó el movimiento Ciberpunk con una tribu.
Durante los ’80, un gran número de obras ciberpunk de manga y anime se produjeron en Japón. La que más se destaca fue el manga de 1982, ‘Akira’ y su adaptación anime de 1988 homónima junto con el anime ‘Megazone 23’ de 1985 y el manga ‘Ghost in the shell’ de 1989, que también fue adaptado al manga en 1995.
La ciencia ficción en los ‘80
La ciencia ficción en los ‘80
Óperas espaciales
La tendencia hacia las historias sobre un futuro cercano representado por el ciberpunk fue contrarrestada por el resurgimiento de la tradición de la ópera espacial. Esta tendencia mostraba historias ubicadas en un futuro lejano con civilizaciones interestelares, tecnologías exóticas, conflictos a gran escala y eventos naturales. Aunque estas historias nunca desaparecieron de la escena –Paul Anderson y Gordon R. Dickson por ejemplo escribieron aventuras espaciales desde los ’50, así como Larry Niven desde los ’60.
‘Star Wars’ (La guerra de las galaxias) ayudó a avivar el interés en la ópera espacial. En los ’80, la vieja tradición fue impulsada por series como ‘Uplift saga’ de David Brin, el universo de la Alianza Unida de C. J. Cherryh y las novelas ‘Ender’ de Orson Scott Card.
A lo largo de la década, los escritores establecidos continuaron explorando este territorio: Greg Benford y Poul Anderson volvieron a sus prácticas de antaño, Arthur C. Clarke sumó historias a la serie ‘Rama’ e Isaac Asimov produjo más novelas ‘Foundation’. Escritores emergentes también dieron a luz a historias de aventuras interestelares de gran escala, como por ejemplo ‘Eon’ de Greg Bear (1985), ‘Consider Phlebas’ (1987) de Iain M. Banks, ‘400 Billion Stars’ (1988) de Paul J. McAuley, ‘Schismatrix’ (1985) de Bruce Sterling y ‘Vacuum flowers’ de Michael Swanwick.
Aunque el ciberpunk mantuvo un perfil alto a lo largo de los ’80, la nueva generación de las óperas espaciales recibió más elogios de la principal comunidad de ciencia ficción. Por más que Gibson ganara el premio Nebula y el Hugo por su novela ‘Neuromancer’, la mayoría de los ganadores de estos premios de los ’80 en adelante trabajaban con el subgénero de la ópera espacial.
La expresión ‘Ópera del Nuevo Espacio’ surgió para describir al cuerpo de trabajo que había aparecido en los ’90 y estaba conformado por escritores ingleses y australianos como Neal Asher, Stephen Baxter, Peter F. Hamilton, Ken MacLeod, Richard K. Morgan, Alastair Reynolds, Charles Stross y el equipo de Sean Williams y Shane Dix. Estos escritores abrieron todavía más los límites de la ópera espacial, integrando los últimos motivos e ideas de la ciencia ficción (nanotecnología, inteligencia artificial, transformaciones corporales radicales, física y cosmología de avanzada, etc.). Entre los escritores americanos que siguieron este camino se incluyen Will McCarthy, Linda Nagata, Robert Reed, Dan Simmons, Vernor Vinge, Scott Westerfeld, Walter Jon Williams y George Zebrowski.
La tendencia de la ópera espacial se hizo muy popular en Japón, donde un gran número de óperas espaciales para manga y anime se produjeron en los’80. Entre ellas se destacan ‘Gundam’ y ‘Macross’, así como la versión teatral de ‘Space Battleship Yamato’ (1973).
La revista ‘Locus’ dedicó parte de su número de Agosto de 2003 a la vieja y nueva ópera espacial. David G. Hartwell y Kathryn Cramer delinearon la historia de la ópera espacial en un artículo titulado ‘How shit became shinola: definition and redefinition of Space Opera’.