lunes, 20 de abril de 2015

Análisis poema I de "20 poemas de amor..." Neruda

REALIZAR BREVE INTRODUCCIÓN SOBRE PABLO NERUDA Y LOS VEINTE POEMAS.
POEMA 1    “CUERPO DE MUJER”
El tema de este poema es el amor nostálgico y apasionado.
La estructura: cuatro estrofas de cuatro versos alejandrinos cada una, con rima asonante en los versos pares.
Desde el comienzo en la primera estrofa el sujeto lírico  recurre a un apóstrofe  que consiste en la invocación dirigida a alguien “cuerpo de mujer”.  Anuncia una de los temas relevantes que se presentarán en el pensamiento de quien habla de una forma intensa y amarga.
Es necesario observar de qué manera la invocación inicial se desarrolla, el pensamiento no se detiene  y alude al objeto  deseado para inmediatamente recordar de él algunos atributos relevantes.
Otra figura empleada es ahora una figura del lenguaje, el quiasmo. Este involucra un cruce  de los elementos morfológicos  y una consecuente alteración  del probable paralelismo. El cruce se produce entre los adjetivos de mujer/blancas/blancos y los sustantivos cuerpo/colinas/muslos. 
Una comparación completa el cuadro enumerativo de los primeros dos versos: “te pareces al mundo”. Entrega del cuerpo de la mujer , común al mundo.  Pero en ambos hay una donación  que mucho tiene de renuncia; en la mujer el sexo y el abandono, en el mundo , ofrecimiento sin condiciones para que el hombre intente la dura tarea de poseerlo. Inmediatamente aparece otro cuerpo: “mi cuerpo de labriego salvaje”.
Esta segunda presencia física nos conduce a la unión  de dos seres y nos coloca en el plano de la feroz acción  erótica. “Socavar” en términos morfológicos es una manera de invadir sin restricciones, entrar en el otro  para alcanzar un objetivo “el hijo del fondo de la tierra”. Ese hijo, metafóricamente es símbolo  de logro alcanzado, pero no sale de las entrañas femeninas sino de la tierra. Es un eufemismo delicado para aludir a las entrañas de la mujer, de su cuerpo.
Ese hijo es la realización  última en donde se cumple en términos de aspiraciones largamente vividas, y se llega  al logro final.
La segunda estrofa señala “fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros”.  La soledad es la dueña  de ese espacio que el sujeto lírico recuerda con temor.  El túnel es –mediante la comparación- quien oculta la desesperada soledad de ese individuo entregado a la búsqueda. La noción implícita de oscuridad y aislamiento completa la imagen .
Sigue la personificación de la noche. Los pájaros huyen representando así el símbolo  del vacío  y el presagio que no debió haberse cumplido. La noche únicamente trae su mensaje de misterio y lejanía.
“Para sobrevivirme” El verbo sobrevivir empleado de manera reflexivo (me) involucra  una metáfora, volver a ser yo mismo, emerger de las propias cenizas.  Pero para que esto pueda cumplirse requiere “forjar” al sujeto amoroso  como un arma. “Forjar”  se trata de actuar sobre “el cuerpo de mujer”, porque solo a través de él se cumplirá el destino  trascendente del enamorado. La sucesión de comparaciones son elementos primordiales que poseen un carácter agresivo.
La tercera estrofa. Es dado observar el carácter antitético. Junto al término “venganza” escribiríamos “odio”, pero el poeta dice “te amo”. Estableciendo así un factor que no por diferente  va a dejar de ser doloroso.  Seguir amando a pesar de la separación  es una decisión  individual. Persistir en el amor, inclusive en este presente de separación en donde lo que correspondería es odiar, implica entregarse a él, porque el sentimiento no abandona al alma del enamorado y el sujeto lírico rememora mediante trazos  fugaces lo que fue su amada.
Y reaparece el sustantivo “cuerpo” que ahora se viste con otras imágenes: de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Estamos frente a tres sinécdoques, en donde un elemento se ofrece en sustitución de otro . Se expresa la parte por el todo. Sirve para caracterizar al ser amado en términos de partes individuales del cuerpo, en vez de  ser un complemento coherente.
La piel, representación de la experiencia amorosa y el tacto, se cree que ese cuerpo se resume a la piel tersa que toca. “cuerpo de musgo”, elemento original, como la tierra, el barro del que estamos hechos. “de leche ávida y firme”, hace referencia a una parte del cuerpo, a los pechos de la amada. El adjetivo ávida nos incorpora a la idea de quién quiere beber de ella. “firmes” corresponde a la firmeza de la amada.
Las siguientes cuatro sucesivas invocaciones no son otra cosa que apóstrofes que enmarcan el cuadro de dolor que padece el poeta. No podemos pasar por alto que el poeta utiliza una anáfora de la expresión exclamativa “ah” la cual se reitera  tres veces y encabeza cada uno de los vocativos. Está insistiendo dramáticamente en el sufrimiento que este recuerdo implica.
La metáfora “los vasos del pecho” hace referencia a la posibilidad de beber de ella en el amor. La segunda   “ojos de ausencia” resultan expresivos de un sentimiento que deriva en sufrimiento inexcusable.  Sus ojos reflejan una nostalgia devastadora.
La tercera metáfora “las rosas del pubis” es la valoración de los momentos sexuales vividos y olvidados.
“Tu voz lenta y triste” El leitmotiv (motivo dominante) de la tristeza impone su presencia unido a la lentitud de una expresión cansada. La voz anuncia la desgracia que los ojos habían presagiado.
La última estrofa. El segundo verso cuenta con una asíndeton en donde se prescinde de las conjunciones  cuando sintácticamente  podrían ser muy útiles. Se emplean comas en el segundo verso y en los últimos dos se reitera la conjunción (polisíndeton) para dar fuerza a la expresión de los conceptos.
Por su parte, la anadiplosis (repetición al final del verso y el principio del siguiente un mismo vocablo). En este caso el término reiterado es “sigue” que si bien no aparece al principio del último verso, esto sucede porque el poeta emplea también un hipérbaton, alterando el orden lógico sintáctico con fines poéticos.
La elipsis, implica la supresión  de algún elemento, sin que quede afectada la claridad  del sentido. En este caso, se prescinde del verbo “seguir” en el segundo hemistiquio del último verso “y el dolor infinito “sigue”.
En términos conceptuales, ese cuerpo de mujer que implica con la identidad del mundo pertenece a la voz que habla. “mía”. Y el amante reitera “persistiré”… seguiré amándote a pesar de todo y continuaré creyendo en la eternidad del momento.

El sentido de los amores contrariados se encuentra manifiesto en este primer canto de amor. El poema cierra de tal manera que queda abierto. El poema sigue, al igual que la vida. Los conflictos de amores jamás acabarán mientras no concluya la existencia. 

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