Poema IX de "Versos sencillos"
Trabajo realizado por la Prof. Paola De
Nigris
Tema: Muerte por amor. Una
muerte que se da por un amor no correspondido, y porque el “desmemoriado” no
toma en serio el sentir de la niña. No la considera capaz de amar realmente. Lo
que se opone en este poema es un amor divinizado, idealizado, con un amor real,
carnal, que lleva la niña hasta el suicidio por la incomprensión en primer
lugar, del enamorado.
Rima:
consonante
Métrica:
octosílabos
El
tema, la rima y la métrica están en función de lo que el yo lírico dice que es
su voluntad: "contar este cuento en flor". Estamos frente a un poema
narrativo. Es un poema porque el yo lírico se siente involucrado afectivamente
con el suceso y lo expresa tamizado por su exaltación anímica. Esa
"narración" no está desarrollada sino condensada en imágenes, y el
sentimiento del yo lírico se trasluce en sus palabras. Se apela al origen de la
narración, al cuento oral, guardián de la tradición. A pesar de ser planteado
de forma escrita, la expresión "quiero, a la sombra de un ala" en
tiempo presente, coloca al yo lírico en un tiempo y un espacio, junto a otros
oyentes de la historia, lo que presentiza al poema narrativo. Remite al origen
porque es así como se cuentan los cuentos que hacen la tradición de un pueblo.
Ésta será una narración con aspectos míticos. La métrica y la rima están en
función de este aspecto, ya que éstas son características de la poesía
narrativa. Son formas poéticas sencillas, fáciles de retener al oído, tanto por
su musicalidad como por la cortedad del verso. El tema también está en función
de la narración desde su simplicidad y su popularidad.
En
este poema, tanto la métrica como la rima son características del modernismo,
ya que se busca una forma perfecta, musical. Esta forma estricta podría
relacionarse con la influencia del simbolismo en esta corriente.
Estructura:
La
estructura del poema será particular. La primera estrofa y la última funcionan
como introducción y cierre de la anécdota, mientras que las estrofas
intermedias irán intercalando episodios de un pasado inmediato, donde se
describirá el entierro en imágenes; y la historia pasada (pasado mediato) que
lleva a la niña a "morir de amor". Una y otra estrofa se
diferenciarán por los puntos suspensivos al principio de la misma.
Análisis
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Esta
es la estrofa introductoria. En ella se nos plantea la voluntad del yo lírico
de contar un cuento, que ya dijimos tendrá características de mítico. Esto
también podría relacionarse con el parnasianismo, ya que esta corriente solía
tomar historias del pasado y actualizarlas para dejar un mensaje con ella,
mensaje que explicara el presente.
Cuando
se refiere a "la sombra de un ala", la palabra "ala"
resulta enigmática. Podría estarse hablando del ala de un sombrero, lo que
haría pensar en un yo lírico que se protege, no sólo la cabeza, sino también
los ojos. La imagen de un hombre con sombrero genera cierto misterio, y esto
podría relacionarse con lo involucrado que éste se encuentra frente a la
situación que narra. El misterio de cuán involucrado está en esta situación, o
de cuál es la relación entre el yo lírico y la niña, es algo que nunca se
aclara en el poema. El yo lírico dirá "era su frente - la frente / que más
he amado en mi vida", pero nunca se aclara si él es el
"desmemoriado" o si él siente tal compasión por ella que se
identifica con ella por haber pasado, alguna vez una situación parecida, o tal
vez por el símbolo que ella representa.
Por
otro lado, podríamos pensar en la palabra "ala" como lo que ésta
sugiere: libertad, vuelo en libertad. Amparado entonces por la libertad con que
este "cuento" debe volar y llegar a todos para formar la memoria colectiva,
es que en ese lugarcito de sombra que da la sensación de protección, de acojo,
de tranquilidad, este "cuento debe ser contado". Memoria que debe ser
rescatada por todos, ya que en el mismo cuento se encierra el peligro de la
"desmemoria", las consecuencias que ésta puede traer. La muerte de la
niña es una consecuencia de la "desmemoria".
A
su vez, la palabra "ala" nos remite a lo natural, y nos da la
sensación de que este yo lírico se encuentra al aire libre con un auditorio que
lo escucha. Es de esa forma que esta "historia" debe ser planteada.
Utilizar
dos palabras con el mismo sema "contar este cuento" afirma la
voluntad y importancia de contar. Este "cuento" tendrá un propósito:
la memoria, como herramienta, como arma para los pueblos. Y esta memoria
también está unida al concepto "amor", porque el amor necesita de la
memoria. A través de la experiencia de la memoria individual (la de la niña, la
del yo lírico) se trata de rescatar una memoria colectiva, y el cuento es una
forma de hacer vigente esa memoria colectiva, por ello se redunda en estos
semas. A su vez esta vigencia del cuento queda plasmada en la catacresis "cuento
en flor". Se adjetiva de manera impropia al sustantivo "cuento".
Esta adjetivación, que se transforma en una metáfora, habla de la plenitud, la
vigencia, vitalidad y la belleza del cuento. También se habla de la capacidad
de renacer. Decir "en flor" nos sugiere que este "cuento"
es parte de un ciclo natural: todo nace, se reproduce y muere. Esto se
relaciona con la niña, ya que ella también morirá, y a través del poema
renacerá, y logrará estar "en flor" como no lo logró en vida. Por más
que el tiempo pase, este "cuento" deberá seguir siempre en flor,
desde el momento que exista la posibilidad de escuchar a alguien que enuncia
"Quiero, a la sombra de una ala..." o que algún oyente recuerde esta
historia.
Lo
único que se nos dice de la niña es que el lugar de su procedencia, quedará así
inmortalizada por su origen y no por su nombre. No importa quién es en realidad
sino lo que le sucede y de dónde nace su mito. Resulta mítica su historia
precisamente por esa expresión "la niña de Guatemala". Se trata de revalorizar,
en este caso, un mito auténticamente americano, y con ella nuestra historia y
nuestra tradición, sin necesidad de mirar a los mitos europeos que anularon
nuestros propios mitos.
A
su vez se nos recordará a esta niña, precisamente por su condición de niña.
Hablar de una niña es también hablar de inocencia, candidez, ilusión, vitalidad
y virginidad. Y es por estas cualidades que el yo lírico quiere que la
recordemos.
El
estribillo "la que se murió de amor" quedará marcado en la memoria de
los oyentes del poema a través de su reiteración constante. No importa cuantos
nombres técnicos y explicaciones racionales le podamos dar a esa muerte, existe
detrás de ella algo inexplicable, que no pertenece al mundo de la racionalidad,
sino al mundo de los sentimientos. El amor, como sentimiento, ha sido de los
más difíciles de explicar durante toda la historia de la humanidad, y las
conductas de los enamorados, han resultado, en la historia, un gran misterio
para la razón. Es por ello que el yo lírico afirma conocer la causa de la
muerte, y sin necesidad de explicarla, se la atribuye al amor, algo que
cualquier persona conectada con ese sentimiento puede entender. El concepto de
amor se puede ampliar, y puede ir mucho más allá que la idea del amor a una
persona, lo que permite relacionar al yo lírico con esta niña. Este estribillo,
que simplemente se plasma en esta introducción, se irá desarrollando a través
del poema.
Eran de lirios los ramos,
y las orlas de reseda
y de jazmín la enterramos
en una caja de seda.
La
primera estrofa, luego de la introducción, refiere a una descripción del
funeral. Esta descripción está cargada de sensorialidad y de imágenes, tal como
se podría plantear en un cuadro, es por ello que nos acercamos aquí a los
aspectos parnasianistas que el modernismo adoptó. La imagen cargada de flores
de diferentes colores: violetas, amarillas y blancas, dan vivacidad, colorido e
importancia a este entierro. No es un funeral común, es el funeral de una
virgen, de una niña. Es por ello que para él se toman tantas consideraciones, y
hay en él tanto colorido.
Las
flores puestas en estas circunstancias, el entierro, no tienen el mismo valor
que arriba se había mencionado. Estas no son flores de vida, y vitalidad
("cuento en flor") sino flores para un entierro, flores que pretenden
acompañar a la muerte que resulta demasiado dolorosa para el pueblo, por
tratarse de una niña que jamás logró la plenitud de su vida, que no llegó, ni
llegará a su madurez, que muere antes de ser mujer, pero que se pretende rescatar,
a través de la historia ("cuento en flor"), y a través del colorido
que expresa ese dolor. Esta condición de niña hace más patética, condenable e
imperdonable la actitud del que la traiciona con su falta de memoria, porque
faltar a la memoria también es una traición.
El
yo lírico vuelve a utilizar una catacresis cuando dice "en una caja de
seda", y suaviza así la imagen del cajón mortuorio. El cajón, algo duro,
rígido, inquebrantable, queda suavizado por la seda, porque resulta doloroso
aceptar la muerte, rígida, dura e inquebrantable, simbolizada en esa
"caja", (y apréciese que no dice "cajón", sino que también
suaviza la imagen hablando de "caja") para alguien tan frágil y
vulnerable como esa niña. Esta es una Virgen americana que se relaciona con el
amor, concepto que se completará en valores durante el poema.
... Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Comienza
la historia, y el yo lírico pone los puntos suspensivos marcándonos que va a ir
hacia un pasado mediato, para explicarnos el pasado inmediato. Pero elegirá de
ese pasado, lo esencial, y no todos los hechos, jerarquizará aquellos que
condensen la situación y den mayor efectividad e impacto. Esto resulta
fundamental en el poema, porque el presente se explica siempre por la
existencia de un pasado que nos ha colocado en este lugar, de allí la
importancia capital de la memoria. La falta de memoria nos condena a una no
comprensión del presente, y por lo tanto a la posibilidad de un error fatal.
Por ello la historia que hoy se cuenta en este poema, tiene aspectos míticos,
tiene la voluntad de rescatar de ella una memoria colectiva, a través de una
memoria y una historia individual.
El
hombre que traiciona a la niña, tampoco tiene nombre, se lo llama como el
"desmemoriado", resaltando así la característica de este hombre como
aquel que no tiene memoria. La memoria y lealtad son pilares fundamentales que
sostienen al concepto de amor y los dos son traicionados por el desmemoriado.
Desde el momento que no existe la memoria no puede existir la lealtad1. Su
falta de memoria provoca, como consecuencia la muerte. La falta de memoria de
un pueblo también puede provocar la muerte de la identidad de éste.
La
acción de darle una "almohadilla de olor", se relaciona con las
prendas de amor que suelen darse los enamorados. El amor se mantiene vivo,
habitualmente, en la realidad y en la literatura, por medio de "prendas de
amor", de regalos que los enamorados se dan para mantener viva la memoria
en el otro. Habitualmente, ambos se intercambiaban prendas, como prueba de ese
compromiso y esa lealtad que mantendrían con el otro. En este caso, sólo ella
entrega su prenda de amor. Ella se compromete, pero no se aclara que él también
se haya comprometido con ella, con lo cual es una doble traición, la
indiferencia de él frente a este acto que no sabe valorar y la desmemoria.
La
prenda que ella le entrega es un símbolo: "una almohadilla de olor".
A través de esta sinestesia lexicalizada que reúne al sentido del tacto y del
olfato, se quiere mostrar que el recuerdo, la memoria debe apelar a todos los
sentidos posibles; este acto de amor busca enseñar esta verdad. Por otra parte,
esta almohadilla encierra dentro de ella un secreto, el olor, que sólo descubre
quien tiene en su mano la almohadilla, con lo cual es un objeto que llama a un
compromiso y una intimidad. A su vez, el sentido del olfato es uno de los
sentidos que más despiertan a la memoria. Sin embargo, la almohadilla de olor
tiene un tiempo de vida, es decir, cuando transcurre mucho tiempo, esta pierde
su esencia: el olor. Cada tanto debía renovarse la hierba que se introducía
dentro de la almohadilla para que ésta conservara su olor. Esta renovación
nunca se cumplió, con lo cual la pérdida del olor se relaciona con la pérdida
de memoria del hombre. Nunca se renovó el compromiso, lo que demuestra la
indiferencia de él hacia ella. Darle un objeto de efímera vida, muestra por un
lado las expectativas de ella: la ausencia sería corta; y por otra lado la inocencia
de la niña, ya que esperaba el compromiso de él.
El
yo lírico utiliza tres versos para ella y uno para él. Los primeros dos versos
marcan la acción de ella, el tercer verso, conciso y condensado, la acción de
él, lo que nos resalta la indiferencia y lo que ésta provoca en ella. Esa
indiferencia es como un golpe mortal para ella. A través de la forma de la
estrofa se golpea a quien escucha la historia, haciéndolo cómplice del sentir
de la niña, y haciéndose a su vez, cómplice el yo lírico con la situación de la
niña. Esta estructura de las estrofas referidas al pasado se repetirán casi
idénticamente, excepto cuando se suicida, en la cual se sustituirá el verso de
él por el decir del doctor.
A
la acción de ella (en dos versos) se le presta más atención contrastando con la
indiferencia de él. Ella se mueve, ella hace, busca, desea, y él (en un solo
verso) destruye con su vuelta, no sólo las expectativas de ella, sino su vida.
Este verso "él volvió, volvió casado", es, por su característica de condensado,
tan incisivo como un puñal, puñal que destruirá la vida de ella. La reiteración
de la palabra "volvió" muestra la caída de la ilusión de ella:
"él volvió", su expectativa parece cumplirse, y el verso, en su
primera mitad llega al punto más alto, pero una coma corta el verso por la
mitad (cesura), tal como su ilusión se corta por la mitad, y de ese punto más
alto cae a lo más bajo a causa de su traición, "volvió casado", él
vuelve pero no como ella espera, vuelve mostrándole todo lo indiferente que fue
él frente al amor que ella le profirió, y es precisamente esta caída de su
ilusión lo que hace que aparezca el estribillo, como la causa de su muerte. El
poema parece decir que más allá de que ella haya tomado la decisión del
suicidio, la causa de su muerte fue la desmemoria e indiferencia de él, algo
que su amor no pudo soportar.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores.
Otra
vez aparece, intercalado con la historia, el pasado inmediato, mostrándonos
como existe entre la historia y el presente una relación íntima, y tanto el
presente como el pasado se intercalan en lo cotidiano. A su vez, esta estrofa
referida al entierro funciona como dilatador, se busca bajar la tensión que se
había provocado en la situación presentada en la estrofa anterior. La imagen,
que vuelve a recordarnos la influencia parnasianista, se hiperboliza3 en este
rito funerario. En este caso, la hipérbole está en que quienes lloran y
acompañan el entierro, no son curas solamente, sino uno de los grados más altos
de autoridad de la iglesia, igual sucede con la autoridad política, esto nos
muestra la repercusión que tuvo esta muerte. Estamos frente a la muerte de una
niña, una virgen, como habíamos planteado anteriormente.
Lo
mismo sucede con el pueblo que acompaña en el llanto. El colorido de las flores
parece vestir al pueblo, y simbolizan aquí como anteriormente el llanto y el
dolor que es unánime, por ello la palabra "todo" que potencia, en
cantidad, a la palabra "pueblo" y la expresión "en tandas",
ya que da la idea de multitud que nunca termina. Este funeral está revestido
con la idea de popularidad que tiene esta historia, y es por ello que debe
mantenerse viva. Ha sido una historia que ha conmovido a un pueblo entero, en
un pasado y debe seguir conmoviendo en un presente.
... Ella por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador:
él volvió con su mujer;
ella se murió de amor.
Una
vez más se vuelve al pasado mediato para aclarar el pasado inmediato.
Se
utilizan aquí verbos relacionados desde el aspecto fónico, así como desde el
aspecto semántico, en los tres primeros versos: "volverlo",
"ver", "verlo", "volvió". El primer verbo
incluye, fónicamente, al verbo "ver", porque lo único que esta niña
puede hacer es verlo, no podrá tocarlo, ni estar con él. Esta imposibilidad nos
remite a un amor que sólo se limita a admirar a distancia, como un sino trágico
en la historia. Siempre la niña amará a este hombre en la distancia, y en ese
amor, que exige mayor compromiso que la presencia, es donde este hombre falla.
No amará, ni amó jamás, con la intensidad y el compromiso que amó ella.
Apoyando esta idea, se nos habla de un "mirador", un lugar adecuado
para mirar y nada más, ya que los miradores de la época solían ser cerrados,
con un vidrio que imposibilitaba lo audible. Un mirador, a su vez, nos sugiere
la idea de altura, ella se encuentra en un plano superior a él, aun cuando él
tenga una mujer. El amor de ella es superior al amor terrenal, y eso se ve en
este contraste de planos físicos. Pero también esta altura implica distancia y
soledad. Amar de esa manera también distanciamiento de lo terrenal y soledad.
Hay en ella una divinización del objeto amado, que al volver con una mujer al
lado, muestra un amor terrenal que rompe con la ilusión de lo divino.
A
su vez, hay un contraste entre "mujer" y "niña". El
concepto de mujer implica otra madurez y plenitud, es otro estado de la vida
humana y tiene relación con el encuentro sexual. Este hombre ha hecho con esta
mujer lo que jamás hizo con esta niña.
Hay
una aliteración0 de sonidos fuertes como la "r" y la "v",
que relacionado con esta imagen, nos muestra la impotencia que el yo lírico,
casi con ira, sugiere, arrastrando estos sonidos. Es un sonido fuerte
("r"), que se apaga, y se reprime con el sonido bilabial
("v").
Se
utiliza una estructura paralelística4: "el volvió con su mujer/ ella se
murió de amor", sujeto - verbo - complemento. Cada verso se refiere a uno
de los personajes de la historia, y el verbo "volvió" se homologa con
"murió", porque uno es consecuencia del otro. Igual sucede con los
complementos "con su mujer" / "de amor", que él vuelva con
una mujer no implica que conozca el amor (tanto él como su mujer), por ello se
contraponen. Como uno es consecuencia del otro y los versos se complementan de
manera condensada en la historia, estamos frente a un paralelismo sintético. La
utilización del recurso paralelismo tiene también un sentido semántico, la vida
de ellos es paralela, nunca podrán juntarse, no solo en el concepto amoroso son
distintos y "paralelos", sino también por el impedimento físico (el
mirador/ la calle, la muerte de ella/ la vida de él)
Como de bronce candente
al beso de despedida
era su frente - ¡la frente
que más he amado en mi vida!
Cuando
el poeta vuelve al pasado inmediato, la mayor parte de la historia, y la razón
de la muerte ella ya está esbozada, con lo cual, el yo lírico ya ha involucrado
al auditorio con la historia y está pronto para mostrar su opinión y
sentimientos frente al suceso. Esta conmoción interna que siente el yo lírico,
se deja ver, ya, en el hipérbaton5 que se produce en los tres primeros versos.
El orden lógico de la oración sería: su frente era como de bronce candente, al
beso de despedida. En primer lugar, el yo lírico muestra su afectación emotiva
frente al hecho que lo hace retorcer los versos, tal como cuando la emoción nos
obliga a no ser claros con lo que decimos. En segundo lugar, este hipérbaton
resalta la imagen con que se compara la frente, y permite juntar luego la
frente del pasado inmediato, la frente de la muerta, con el sentir íntimo del
yo lírico, dejando en el medio, protegido, el momento del beso, que resulta
ambiguo: ¿a qué despedida se refiere? ¿estamos en el pasado mediato o en el
inmediato?. Por los aspectos formales, suponemos que estamos hablando del
funeral, y que el yo lírico es uno más del pueblo, que se identifica,
emotivamente con la historia de la niña, al punto tal de enaltecerla y
admirarla, y por lo tanto amarla por sus valores heroicos, tan necesarios,
según su visión, para el concepto de lo humano. Este acto heroico, sobresale al
común de los hombres, y por eso se transforma en un mito que nos enseña el
valor de la heroicidad. Podría pensarse que el yo lírico ama a esa niña como
símbolo del amor. Lo que nos conecta con el aspecto simbolista del modernismo.
Pero
si dejáramos de lado el aspecto formal y tomáramos esta estrofa como una
estrofa particular, ya que el yo lírico expresa, por primera vez, abiertamente
su emoción, podríamos sugerir que esa "despedida" se relaciona con la
despedida del "desmemoriado". Pasado mediato e inmediato se unen, y
esto nos abre un camino diferente de interpretación: el yo lírico podría
pensarse como el "desmemoriado" que reconoce, a través de esta
historia, las consecuencias de sus actos. Pero si la despedida de la que se
habla es la del "desmemoriado", entonces la traición se hace más
profunda, ya que llegó a darle "un beso candente" y por lo tanto su
indiferencia al volver es mucho más condenable.
Es
interesante reparar en este encuentro entre el pasado y el presente, a través
de esta estrofa tan ambigua, dado que esta relación entre pasado y presente es
un eje temático en el que gira constantemente el poema. Lo pasado siempre está
presente, y uno explica al otro, con lo cual es nuestra responsabilidad el no
olvidar, no para castigar, sino para entender, y ser capaces de sentir y
conmovernos para no cometer los mismos errores.
La
comparación6 de la frente con el bronce candente nos llena de colorido la
imagen. A su vez hay en el término comparante una sinestesia7, en este caso se
relacionan lo visual con lo térmico. El bronce que sugiere el color vivaz del
metal y el adjetivo sugiere el calor de esa niña, calor que a su vez está
hiperbolizado, y tiene relación con el amor. Si esta estrofa se refiere al
momento del funeral, si el beso es dado cuando ella está ya muerta, el milagro,
el misterio, está en que el amor de ella continúa presente aún después de la
muerte, lo que hace más vigente su historia. Si luego de que la sacan del río,
fría, ella sigue con su frente caliente, ¿por qué no seguirá así, aunque pasen
los siglos? El yo lírico sugiere, entonces, que un amor con esta intensidad (a
través de la antítesis: frío / calor) continúa vivo en el cuerpo, aún cuando no
haya vida en la persona. El amor entonces trasciende la muerte física y queda
en la materia, con más razón aún debe quedar en nuestra memoria.
... Se entró de tarde en río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío:
yo sé que murió de amor.
Luego
de haber explicado las circunstancias de su decepción, el yo lírico hablará de
las circunstancias de su muerte, porque la decepción y la muerte son conceptos
que se relacionan íntimamente. La decepción es la muerte de una ilusión, y
dependiendo de la intensidad de esa ilusión, podrá tener las consecuencias de
la muerte física. Pero siempre es bueno recordar que la ilusión no es la
realidad.
La
forma en que se relata la muerte de ella nos sugiere que ha sido una acción
pensada, producto de una reflexión y un deseo, y no una acción por reacción. No
se tira rápidamente, sino que entra lentamente en el río.
Esta
entrada lenta, también coincide con la hora del día en que se mata: al
atardecer, cuando el día muere. De esta manera, la niña, llena de luz, de vida,
muere tan lentamente como la tarde. La acción de ella es acompañada en este
paralelismo psicocósmico8, recurso tan utilizado por los románticos.
La
acción del doctor es planteada de manera rápida y concreta, pero más allá de su
rapidez, no es efectiva, porque ya la saca muerta, lo que nos tiñe al poema de
fatalidad. El doctor, encarnación de la última esperanza en un mundo moderno,
se ve aquí como inútil frente a estas circunstancias, lo que patetiza la
tragedia. La ciencia encuentra una explicación racional para dar las razones de
la muerte, y esta explicación resulta insuficiente para dar cuenta de esta
muerte. "Dicen que murió de frío", los otros, los demás pueden
aventurar una respuesta racional, y en un paralelismo antitético, el yo lírico
demuestra su certeza "yo sé...", mostrando que su explicación de por
qué murió, es algo que escapa a la racionalidad. A su vez, el verbo
"dicen" nos habla de lo difuso del comentario, que se contrapone con
la certeza de él. Él puede saber la causa de su muerte, ya sea porque es un
testigo sensible de la historia, o porque es él mismo el
"desmemoriado", y por ello la historia le resulta tan íntima. Sin
duda el yo lírico es alguien especial en este "cuento", no solo por
su conducta en todo el relato, frente a lo que sucede, sino porque el
enterrador lo llama especialmente. Pero eso se mantendrá en un misterio durante
todo el poema.
Este
paralelismo tendrá esta construcción: "Dicen que murió de frío/ Yo sé que
murió de amor"
"Dicen"
se contrapone con "yo sé", es decir, el mundo exterior se contrapone
con el mundo interior, lo que hace más fuerte y creíble su certeza, por esa
condición de anteponerse al mundo. También se contraponen "frío" y "amor".
Si bien se mira, en estas circunstancias, estos dos conceptos se relacionan
desde diferentes planos, el frío del "desmemoriado", provoca la
muerte por amor. Murió a causa del frío del desmemoriado, murió a causa de su
amor no correspondido.
El
estribillo, el leit motiv9 de la muerte de ella tiene el propósito de descubrir
una verdad por más cruda que sea. Martí dirá en su prosa poética "mis
versos", que ama la sinceridad, y se juega por ella, aún cuando ésta sea
cruda.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos,
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Se
vuelve al presente con la imagen del momento en que la colocan en la tumba, que
el yo lírico describe como "bóveda helada". La imagen de la bóveda
nos habla de un espacio inmenso y frío, pero también nos hace pensar en la
religiosidad del acto. Las bóvedas se encuentran habitualmente en las iglesias,
lo que se suma al símbolo virginal de esta niña. De esta bóveda se resalta, a
través de una sinestesia, su condición de "helada", y el parecido
fónico entre "bovéda" y "helada", da la sensación que este
adjetivo es inherente a la bóveda y al hiperbolizarse así el frío nos acercamos
más a la idea de la muerte como algo inevitable. Esta antítesis entre el frío
del lugar y el calor del amor que esta niña sintió en su vida genera un
contraste entre vida y muerte, y a su vez una sensación de impotencia e
injusticia frente a este suceso.
Otra
vez, el yo lírico utiliza una estructura paralelística para mostrar su
sentimiento frente a este suceso, en este caso un paralelismo sinonímico.
Utiliza el verbo besar, y de esta forma, a través de la acción nos deja ver su
desesperación y afecto hacia la muerta. Dice que besa dos partes de su cuerpo,
su mano y sus zapatos. De esta "mano afilada", nos deja ver la delicadeza
y la fragilidad de esta niña. El besar la mano de una persona es muestra de
respeto y es una forma de comprometerse a servirle. Este yo lírico, que no
puede servirle en vida, tratará de servirle a pesar de su muerte, manteniéndola
viva con la historia. Compromiso que él parece hacer en este gesto.
El
beso hacia sus "zapatos blancos" también es una muestra de respeto y
devoción, se puede pensar en la expresión popular "besar los pies"
para dar muestras de este respeto. Si este yo lírico es el desmemoriado, como
vimos que podía interpretarse, esta acción de besar su mano y sus pies nos
sugiere la humillación y el arrepentimiento frente a lo que ha provocado su
acción, con lo cual, este gesto se transforma en una especie de reparación de
su indiferencia.
El
adjetivo "blanco" nos da una pauta de que la niña fue enterrada
vestida de blanco, tal como una novia, lo que nos muestra su pureza y nos
conecta violentamente con lo que nunca podrá ser. A diferencia de otras muertes
que nos conectan con nuestra vida, y nuestra inevitable muerte, (todos
pasaremos por esta instancia), esta muerte nos conecta con la impotencia y lo
que nunca fue.
Callado, al oscurecer,
me llamó en enterrador.
¡Nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor!
La
estrofa final funciona como cierre de la historia. Aparece el personaje del
"enterrador" que es quien cumple la función de "enterrar"
aquella parte material de la historia, pero no podrá enterrar, ni está en su
voluntad enterrar el recuerdo, es por ello que llama a este yo lírico, que está
empeñado en mantener el recuerdo vivo. La forma en que este personaje llama al
yo lírico ("callado") habla, precisamente, de un acto que va en
contra de su función.
La
referencia al momento del día en que éste llama al yo lírico, también tiene
relación con esa "ilegalidad" de profanar su tumba. Por otra parte,
la noche es un momento misterioso, y esta estrofa resulta, también misteriosa,
dado los últimos dos versos: "Nunca más he vuelto a ver / a la que murió
de amor". ¿A qué se refiere? ¿La niña ha resucitado y ya no se encuentra
en su tumba? Esto nos llevaría a pensar en las características virginales y
misteriosas que rodearon a esta historia que ha perdurado y movido a todo un
pueblo.
Por
otra parte, estos dos últimos versos tiene otra lectura válida y que se
complementa también con el misterio. Si uno piensa en esta expresión ambigua,
podría pensar que este yo lírico nunca más volvió a ver una historia, y a una
niña capaz de morir de amor como lo hizo ésta. Esta niña, única, jamás se
repetirá en otra, tal vez porque los tiempos son otros, tal vez porque el
concepto de amor ya no es el mismo, tal vez porque la heroicidad y nobleza de
esta niña no es algo fácil de ver. Ella se mantiene fiel a sus creencias, firme
en su deseo, y es capaz de dar la vida si piensa que nunca lo alcanzará. De la
misma forma, José Martí, fiel a sus creencias e ideales, firme en su deseo de
ver a su país libre, fue capaz de dar la vida, no sólo a través de su poesía,
sino también a través de la lucha armada, aun cuando él fuera un muy mal
combatiente. Sin confundir al yo lírico con el autor, podemos suponer que este
yo lírico y Martí tienen muchas razones para identificarse con esta niña.
Vocabulario de recursos literarios:
- Sinestesia: cuando se juntan dos imágenes que apelan a sentidos diferentes. En este caso el tacto y el olfato.
- Hipérbole: exageración.
- Aliteración: Es una figura de dicción, o elegancia por combinación, que consiste en repetir una misma letra en la cláusula, con el fin de hacerla armoniosa, con una armonía imitativa particular. "El ruido con que rueda la ronca tempestad" (Zorrilla).
- Paralelismo: consiste en un procedimiento por el cual se divide el período poético en dos partes, en la segunda repite la idea contenida en la primera, amplificándola, sintetizándola o contraponiéndose a la misma (sinonímico, antitético, sintético). Construcción paralela de los versos.
-Hipérbaton: desorden gramatical de la oración, provocado con fines estéticos.
- Comparación: es cuando dos términos se relacionan entre sí por una similitud, a través de un nexo compartivo "como". Los dos términos (comparante y comparado) se encuentran presentes en esta figura literaria
- Paralelismo psicocósmico: es cuando el personaje y el paisaje o clima están en armonía o se relacionan uno con otro, mostrando de esta manera el sentir del personaje a través del ambiente físico.
- Leit motiv: motivo que se repite durante todo el poema.
Quiero,
a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
Quiero,
a la sombra de un ala, = 8 a
contar este cuento en flor: = 7 + 1 b
la niña de Guatemala, = 8 a
la que se murió de amor. = 7 + 1 b
contar este cuento en flor: = 7 + 1 b
la niña de Guatemala, = 8 a
la que se murió de amor. = 7 + 1 b
Eran
de lirios los ramos; = 8
c
y las orlas de reseda = 8 d
y de jazmín; la enterramos = 8 c
en una caja de seda = 8 d
y las orlas de reseda = 8 d
y de jazmín; la enterramos = 8 c
en una caja de seda = 8 d
…Ella
dio al desmemoriado = 8 e
una almohadilla de olor; = 7 + 1 b
él volvió, volvió casado; = 8 e
ella se murió de amor. = 7 + 1 b
una almohadilla de olor; = 7 + 1 b
él volvió, volvió casado; = 8 e
ella se murió de amor. = 7 + 1 b
Iban
cargándola en andas = 8 f
obispos y embajadores;= 8 g
detrás iba el pueblo en tandas, = 8 f
todo cargado de flores = 8 g
obispos y embajadores;= 8 g
detrás iba el pueblo en tandas, = 8 f
todo cargado de flores = 8 g
…Ella,
por volverlo a ver, = 7
+ 1 h
salió a verlo al mirador; = 7 + 1 b
él volvió con su mujer, 7 + 1 h
ella se murió de amor. 7 + 1 b
salió a verlo al mirador; = 7 + 1 b
él volvió con su mujer, 7 + 1 h
ella se murió de amor. 7 + 1 b
Como
de bronce candente, = 8 i
al beso de despedida, = 8 j
era su frente -¡la frente = 8 i
que más he amado en mi vida! = 8 j
al beso de despedida, = 8 j
era su frente -¡la frente = 8 i
que más he amado en mi vida! = 8 j
…Se
entró de tarde en el río, = 8 k
la sacó muerta el doctor; = 7 + 1 b
dicen que murió de frío, = 8 k
yo sé que murió de amor. = 7 + 1 b
la sacó muerta el doctor; = 7 + 1 b
dicen que murió de frío, = 8 k
yo sé que murió de amor. = 7 + 1 b
Allí,
en la bóveda helada, = 8 l
la pusieron en dos bancos: = 8 m
besé su mano afilada, = 8 l
besé sus zapatos blancos. = 8 m
la pusieron en dos bancos: = 8 m
besé su mano afilada, = 8 l
besé sus zapatos blancos. = 8 m
Callado,
al oscurecer, = 7 + 1 h
me llamó el enterrador; = 7 + 1 b
nunca más he vuelto a ver = 7 + 1 h
a la que murió de amor. = 7 + 1 b
me llamó el enterrador; = 7 + 1 b
nunca más he vuelto a ver = 7 + 1 h
a la que murió de amor. = 7 + 1 b
- Estructura interna
La
primer estrofa es introductoria porque plantea de que se va a tratar el poema.
Las estrofas pares describen el velorio, la procesión y el entierro de la niña.
Las estrofas impares describen la historia de amor y desilusión de la niña. Por
lo tanto estas estrofas pertenecen a un pasado anterior al de las estrofas
pares. La ultima estrofa puede considerarse como el cierre del problema.
- Análisis
Primer párrafo
En
el primer “quiero” se esta expresando al yo lírico, luego de esto encontramos
una cesura, la cual perfectamente podría no estar, su función es la de aislar
al “quiero” del resto del poema, haciendo que lo encabece, el yo lírico
gobierna el poema.
“A
la sombra de un ala” es una metáfora donde el metaforizado es la musa de la
inspiración y el metaforizante es a la sombre de un ala. El yo lírico quiere
contarnos la historia bajo la protección de la musa de la inspiración, para
poder encontrar las palabras y expresiones correctas.
“Contar
este cuento en flor” es otra metáfora donde el metaforizado es cuento y el
metaforizante en flor. Se utiliza la palabra cuento ya que se contará una
anécdota, aun así, el poema no encaja en la definición de cuento.
Se
utiliza “en flor” ya que el yo lírico quiere contar un recuerdo que esta vivo,
no esta muerto y marchito tapado por otros recuerdos. La flor simboliza la
vitalidad.
“La
niña de Guatemala” se utiliza la palabra niña aunque no se trata de una niña de
9 o 10 años, sino que muestra el nivel socio-económico de la mujer, en la época
en la cual fue escrito este poema se les decía niñas a las mujeres jóvenes que
aun vivían con sus padres y pertenecían a una familia rica, estas mujeres
tampoco tenían pareja y eran vírgenes.
Se
utiliza la palabra “la” para referirse a la niña ya que no era cualquier niña,
sino que era la unica que se murio de amor, encontramos aquí una anáfora, que
determina que es esa niña y no otra.
“La
que se murió de amor” aquí encontramos es Leit Motiv del poema ya que aparece
esa misma frase o similar en todas las estrofas impares.
Segundo Párrafo
Esta
estrofa refiere al velorio.
Encontramos
una hiperbatón (alteración del orden lógico de las palabras) en “Eran de lirios
los ramos y las orlas de reseda” nosotros diríamos “Los ramos eran de lirios”,
el hiperbatón está para que el verbo quede al comienzo y todas las flores
(reseda y jazmín) queden juntas, así se da la idea de cantidad, destacando a
las flores que rodean a la niña. Las flores blancas simbolizan la delicadeza,
su frescura, la pureza, la juventud y la virginidad de la niña, encontramos una
sinestesia (entrecruzamiento de sentidos) ya que a estas flores las podemos
ver, oler y tocar. Para ayudar a la sensación de cantidad encontramos una
anáfora y un polisindeton (acumulación de cosas a través de la “y”)
Hay
una cesura que lo que busca es separar todo lo relativo a la vida y de la
muerte, por lo tanto podemos decir que “…de jazmín; la enterramos…” es una
estructura antitética debido a que son ideas opuestas.
“La
enterramos” está encabalgado en el siguiente verso en donde la expresión se
suaviza con el eufemismo “en una caja de seda” La única palabra chocante es
“enterramos”
Tercera estrofa
Los
puntos suspensivos marcan un salto en el tiempo entre la vida y la muerte de la
vida. Saltemos a un pasado en el cual ella esta viva.
Es
la primera y la única vez en todo el cuento en que vamos a encontrar a la niña
y al hombre cara a cara.
Se
utiliza la palabra desmemoriado para referirse al hombre para marcar que este
no se acuerda de la niña, esta para evitar esto le da una almohadilla de olor
para impedir que se olvide, en la época en la que fue escrito el poema era
normal que se les dieran prendas de olor con el aroma de la persona para que no
se olvidaran de ella cuando su pareja se iba de viaje, sin embargo esto no
funcionó. Desde el primer verso el yo lírico nos adelanta que el hombre
se olvidara de ella.
Hay
una cesura que divide a los deseos de la niña “el volvió” y la desilusión de la
niña “volvió casado”, esto es una estructura antitética ya que muestra ideas
opuestas.
La
consecuencia de esto es el Leit Motiv “Ella se murió de amor”
Cuarta estrofa
La
niña es alguien muy importante ya que es cargada por personas importantes, los
obispos son personas de gran jerarquía en la iglesia mientras que los
embajadores en el Estado. Hay una hipérbole en “todo cargado de flores” ya que
es una exageración. La niña era importante para las clases altas y también para
las demás clases, era querida por todo el pueblo.
Quinta estrofa
Encontramos
nuevamente los puntos suspensivos por un salto en el tiempo, en este caso
saltamos hasta el momento en que la niña ve al hombre.
El
impacto que sufrió la niña al verlo fue mucho debido a que nadie se lo adelantó
contándoselo, ella lo vio con sus propios ojos.
Volverlo
es la palabra mas importante de la estrofa ya que en ella encontramos 3
palabras que también son importantes Volver, ver y verlo
Encontramos
una aliteración en la estrofa ya que se repite varias veces el sonido de la
“v”, esta para resaltar la acción de ver.
La
cesura que podemos encontrar en el principio de la estrofa esta para separar a
la niña del resto del poema, esta para aislarla. Más abajo se encuentra el
desmemoriado y su mujer. Se formará un triangulo amoroso entre ellos tres, la
mujer tiene la única función de dejar en claro que nunca la niña y el
desmemoriado podrán estar juntos otra vez.
Sexta estrofa
Encontramos
un hiperbaton que cambia el orden de las palabras que forman la comparación. La
comparada es la frente y el comparante es el bronce candente. Lo candente son
los labios de el mientras que el bronce se corresponde a la frente que es del
color del bronce y rígida como el.
El
yo lírico va a explotar en una confesión, en esta encontramos una sinecdoque ya
que se utiliza a la frente para denominar a toda la niña. Antes de que explote
encontramos una cesura que esta para resaltar la confesión, se repite la
palabra frente para ayudar a resaltar. La confesión esta encabalgada para que
esta pueda explotar.
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