domingo, 18 de agosto de 2013

Rubén Darío y el Modernismo.

¿QUIÉN FUE RUBÉN DARÍO?
     Rubén Darío, seudónimo del gran poeta nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento, iniciador y máximo representante del Modernismo. Casi por azar nació Rubén en una pequeña ciudad  llamada Metapa en 1867, pero al mes de su alumbramiento pasó a residir a León, con su madre, Rosa Sarmiento, y su padre, Manuel García, una pareja conflictiva y desamorada. Al poco tiempo, Darío,  pasó a vivir con los tíos de su madre, los cuales habían perdido recientemente una niña y lo acogieron como sus verdaderos padres.
    Con una dichosa facilidad para el ritmo y la rima creció Rubén Darío en medio de turbulentas disputas familiares. Llevó una vida desordenada y llena de excesos. Viajó por muchos países europeos y americanos haciendo conocido su nombre y su obra. Fue el encargado de difundir al movimiento modernista. Además de poeta, desarrolló actividades como periodista y diplomático.
     Enteramente inquieto e insatisfecho, ambicioso de placer y de vida, angustiado ante el dolor y la idea de la muerte, Darío pasa frecuentemente del derroche a la miseria, del optimismo frenético al pesimismo desesperado, entre drogas, mujeres y alcohol, como si buscara en la vida la misma sensación de originalidad que en la poesía.
En 1914, a su paso por Nueva York, su vida se pone en peligro por una pulmonía, enfermo y con una tristeza muy profunda, regresa a Nicaragua. Muere en  la ciudad de León el 6 de febrero de 1916.

La poesía modernista
     Su poesía, tan bella como culta, musical y sonora, influyó en centenares de escritores. Darío fue uno de los grandes renovadores del lenguaje poético. Los elementos básicos de su poética los podemos encontrar en los prólogos de algunas de sus obras: “Prosas profanas”, “Cantos de vida y esperanza” y “El canto errante”.  Es fundamental la búsqueda de la belleza que se encuentra oculta en la realidad. Para Rubén, el poeta tiene la misión de hacer comprensible al resto de los hombres el lado inexplicable de la realidad. Para descubrir este lado, el poeta cuenta con la metáfora y el símbolo como herramientas principales.  Se escapa  hacia  escenarios fantásticos, mitológicos,  refinados y exóticos; alejados espacial y temporalmente de su contexto.
     Los modernistas se alejan de la realidad para entregarse únicamente a la creación, siempre con el fin de plasmar un ideal de belleza. Se trata de una poesía  que busca principalmente, la perfección en su forma. Adoptan nuevos metros e incorporan palabras de uso poco frecuente. Se preocupan mucho por la musicalidad, sonoridad y tonalidad de las palabras en la construcción de sus poemas.


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