viernes, 13 de junio de 2014

Tipos de narrador

Tipos de narrador 

¿Qué es un narrador y qué función cumple dentro de un texto narrativo?
En un texto narrativo el narrador es la “voz” que cuenta la historia. La narración siempre va acompañada de la descripción (de los personajes, de un ambiente, etc.) Esta es otra función central del narrador, además de contar. También el narrador, de acuerdo a su grado de involucramiento en la historia, puede realizar valoraciones sobre las acciones de los personajes y, así, condicionar al lector incitándolo a identificarse con determinado personaje, etc.
Tanto el autor como el lector son elementos externos al propio relato, pertenecen almundo de la realidad de los seres de carne y hueso y, por lo tanto, no pueden confundirse ni con el narrador ni con los personajes, ya que estos pertenecen al mundo de la ficciónliteraria.

¿Cuáles son los tres criterios de clasificación de un narrador?
1.     Si participa o no de la historia que cuenta: cuando el narrador forma parte del relato, como personaje (ya sea principal o secundario), decimos que se trata de un narrador interno narrador-personaje. Cuando el narrador cuenta “desde afuera”, sin participar de la historia, decimos que es un narrador externo.
2.     De acuerdo a cuánto sabe sobre la historia y los personajes que aparecen:
a)     Narrador omnisciente: el narrador que conoce detalles del pasado y el futuro de la historia y los personajes. Conoce lo que sienten y piensan los personajes. Por regla general, este tipo de narrador es también externo.
b)     Narrador equisciente: este narrador solo sabe lo que puede de acuerdo a su lugar en la historia, no sabe más que los otros personajes y, por regla general, es un narrador interno; él mismo, además de ser narrador, es también un personaje.
c)     Narrador infrasciente o cinematográfico: solo conoce lo que se ve, se dice que “sabe menos” que los personajes. Suele ser un narrador que se limita a describir el paisaje, un ambiente, etc. En este tipo de relatos de narrador infrasciente predomina la voz de los personajes.
3.     Si adopta un punto de vista preferente: esto se puede observar de manera muy evidente en algunos relatos pero no siempre. Esto puede darse de manera momentánea en una narración cuando el narrador nos cuenta lo que siente o experimenta un personaje, dándonos más información de un personaje en particular por contraste con otros de los que tal vez sabemos menos.
Aclaraciones importanteslos tres criterios de clasificación se combinan en un texto literario, cuando nos enfrentamos a un narrador concreto.
En un texto narrativo encontramos la “voz” del narrador y las “voces” de los personajes. Cuando lo que un personaje dijo es dicho por el narrador, estamos frente al uso del estilo indirecto; por ejemplo: “De pronto Mariana supo que se había puesto linda. Él se lo había dicho por primera vez la noche del veintitrés de abril del año pasado, hacía exactamente un año y ocho días: una noche en que José Claudio le había gritado cosas muy feas…” [Tomado del cuento “Los pocillos”, de Mario Benedetti] Sin embargo, cuando el personaje “habla” por sí mismo, estamos frente a lo que llamamos estilo directo. En estos casos, las marcas en el texto que nos indican que estamos frente a la voz del personaje son generalmente los guiones (indicadores además de diálogo entre dos o más personajes) o las comillas. Ejemplos de estilo directo: (1) “-Cuando pase el examen de ingreso, podría entrar en tu oficina.
                 El padre ríe, complacido.
                 -Estás loco. A tu edad no se puede. Y además yo quiero que estudies.”
[Tomado del cuento “Aquí se respira bien”, de Mario Benedetti]
(2) “ <<También puede ser que te aprecien>>, dijo Alberto, <<que conserven un buen recuerdo del tiempo en que los dirigías, que realmente estén preocupados por tu salud. No siempre la gente es tan miserable como te parece de un tiempo a esta parte>>.
<<Qué bien. Todos los días se aprende algo nuevo.>> La sonrisa fue acompañada de un breve resoplido, destinado a inscribirse en otro nivel de ironía.”
[Tomado del cuento “Los pocillos”, de Mario Benedetti]
      
Ejemplos de los distintos tipos de narrador.
A.     Narrador externo y omnisciente:
“Su alma se exaltaba con el sonido de aquella divina palabra, ya que su hipocresía no le permitía ser libre ni en casa de Fouqué. Con la cabeza apoyada entre las manos, Julián se quedó en la gruta, más feliz de lo que nunca había sido en su vida, excitado por sus sueños y por el afán de libertad.
      Sin que él se diera cuenta, se fueron apagando, uno tras otro, todos los rayos del crepúsculo.” [Tomado de la novela “Rojo y Negro”, del novelista francés, Stendhal]
B.     Narrador interno y equisciente:
“Mientras buscaba a tientas algún elemento conocido, se me plantearon las preguntas de rigor: dónde estaba, cómo había llegado allí. En realidad esta segunda pregunta tardó un poco más en formularse; aún no había aceptado el hecho de hallarme en un lugar no previsto, y forzaba la memoria, buscando entre las últimas imágenes de mi vigilia…”
[Tomado de la novela “El lugar”, del escritor uruguayo, Mario Levrero]

C.    Narrador externo e infrasciente:
“-Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte.
-No se ve nada.
-Ya debemos estar cerca.
-Sí, pero no se oye nada.
-Mira bien.
-No se ve nada.
-Pobre de ti, Ignacio.
La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante.
La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.
-Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio…” [Tomado del cuento “No oyes ladrar los perros”, del cuentista mexicano, Juan Rulfo]

D.    Narrador externo, omnisciente y con un punto de vista preferente:
“Como aquella luna había puesto todo igual, igual que de día, ya desde el medio del Paso, con el agua al estribo, lo vio Rodríguez hecho estatua entre los sauces de la barranca opuesta. Sin dejar de avanzar, bajo el poncho la mano en la pistola por cualquier evento, él le fue observando la negra cabalgadura, el respectivo poncho más que colorado. Al pisar tierra firme e iniciar el trote, el otro, que desplegó una sonrisa, taloneó, se puso también en movimiento… y se le apareó. Desmirriado era el desconocido y muy, muy alto. La barba aguda, renegrida. A los costados de la cara, retorcidos esmeradísimamente, largos mostachos le sobresalían.
      A Rodríguez le chocó aquel no darse cuenta el hombre de que, con lo flaco que estaba y lo entecado del semblante, tamaña atención a los bigotes no le sentaba.”
[Tomado del cuento “Rodríguez”, del escritor uruguayo, Francisco Espínola]

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