sábado, 8 de noviembre de 2014

"Lo Fatal" Rubén Darío.

Poema
Análisis


Ubicación del texto en la obra mayor y breve referencia a las características generales en las que se enmarca.







Lo Fatal





























Dichoso el árbol que es apenas sensitivoA
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente
B
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
A
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
 B










Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por







lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, 



¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!

Encuadre: este poema pertenece a la obra mayor de Rubén Darío Cantos de vida y esperanza (1905). Obra ya de la etapa madura del autor en la que comienza a expresarse la angustia ante la cercanía de la vejez y la muerte. Los rasgos del modernismo que caracterizaban su primera etapa y que se observan en poemas como Sonatina, se han atemperado aquí para dar lugar a un tono más reflexivo e intimista. El poeta que se refugiaba en la “torre de marfil” del lujo, el sueño, el ideal, el exotismo y lo aristocrático, ya no puede negar una realidad que lo lastima y angustia. 

El título, Lo fatal, alude a la angustia que experimenta el yo poético ante la existencia y  lo ineludible de la muerte (“el espanto seguro de estar mañana muerto”); la condición conciente del ser humano que no puede evitar el sufrimiento que produce esta certeza (“ no hay dolo más grande que el dolor de ser vivo/ni mayor pesadumbre que la vida conciente”)

 Tema y características formales:
El poema desarrolla el tema de la fragilidad humana ante la fatalidad de un destino en el que junto al goce están el sufrimiento y la muerte.
Desde el punto de vista formal, esta temática se desarrolla a partir de tres cuartetos alejandrinos con rima A/B/A/B, que grafican el quiebre que implica la conciencia del lo que no se sabe ni se puede evitar a través de la ruptura del último verso que en lugar de tener 14 sílbas como los anteriores se divide y su segundo hemistiquio pasa a formar un quinto verso final “Y no saber adónde vamos/
ni de dónde venimos”. Por otra parte se expresa aquí la crisis espiritual ocasionada por la desacralización del mundo producida en la modernidad y la idea de la muerte de dios que ya no se puede enfrentar con la sacralización del arte y el refugio consolatorio en su mundo ideal. .



Composición interna: el poema tiene una estructura ensayística de modo tal que la primera estrofa es la introducción al tema, la segunda
Y los  3 primeros versos de la tercera su desarrollo y los dos versos finales su conclusión o cierre.

Introducción:
El yo poético organiza la estrofa en base a la contraposición de dos ideas:
Conciencia y sentimiento como dolor  vs. Inconciencia y falta de sensibilidad: felicidad. Esto se expresa  en la referencia paradójica a la dicha del árbol y de la piedra por su falta de sensibilidad en los dos primeros versos a través de imágenes visuales (árbol) y táctiles (piedra dura). Se evidencia aquí una aliteración en s dichoso, apenassensitivo, mas, esta, siente, que juega con el sonido sibilante para sugerir el silencio del no sentir  Hay también una gradación entre el apenas del árbol y el ya no siente de la piedra.
Los dos versos en los que concluye esta parte aluden al sufrimiento de estar vivo (sentir) y ser conciente (no poder ignorar el dolor). De modo tal que la conciencia, ese atributo que la modernidad a partir de Descartes consideraba el centro de la identidad y del dominio en el hombre ahora se vuelve contra él. Esta idea es expresada a través de una hipérbole que se evidencia en el uso de expresiones como “más grande” y “mayor pesadumbre”.


En la segunda parte del poema, se explica lo que anticipó la primera.
El yo poético despliega el contenido de este deseo que va en contra de la realidad de lo humano: “Ser, y no saber nada”.
Hay un juego de asonancias en S en ser y saber, y al mismo tiempo una hipérbole (no saber nada). Aparece también el carácter errático de la existencia (ser sin rumbo cierto) que escapa al dominio del hombre. Y la paradoja de su conciencia que le sirve para sufrir pero no para saber sobre su destino. El texto contrapone pasado y futuro que se marcan negativamente:temor de haber sido/ futuro terror con una intensificación que va de temor aterror.  El hombre preso entre lo que ha hecho de su pasado y lo que no puede saber de su futuro.  Esto último se explica en los dos versos finales de la estrofa en una visión negativa de la existencia que se expresa a través de una hipérbole: el espanto seguro de estar mañana muerto/ y sufrir por la vida y por la sombra, en la que usa también el recurso del zeugma que une elementos sintáctica y semánticamente incongruentes.

Un encabalgamiento une el último verso con el primero de la tercera estrofa y marca su conexión, al hacer que no coincidan corte de verso y estructura sintáctica.  Se retoman la visión negativa del la vida humana poniendo el acento en lo que no se sabe “lo que no conocemos y apenas sospechamos”
Los dos versos siguientes contraponen la carne que tienta con sus frescos racimos y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos. Esta contraposición se estructura en base a la antítesis carne-tumbafresco-fúnebre y racimos-ramos. Ni siquiera el goce puede verse con signo positivo.

Finalmente en el cierre del poema podemos ver la visión de un hombre encerrado entre dos vacíos o interrogantes (casi un anticipo de la frase sartreana que lo considera “una chispa entre dos nadas”) ya que la existencia humana aparece encerrada entre la ignorancia del origen que expresa la crisis de la idea de dios en la modernidad (Dios ha muerto nietzscheano) y la ignorancia del destino final más allá de la muerte.

Cierre
En este poema se expresa  la angustia existencial del yo poético que ya no puede aislarse en el ensueño ni en la utopía de un futuro en el que éste se concretará, como la princesa de Sonatina, ahora en un presente marcado por la conciencia dolorosa del sufrimiento inevitable y la imposibilidad de cambiar lo vivido, solo puede esperar la muerte  y lo incierto de lo que sucederá tras ella. Se expresa así la crisis de la modernidad ante la desacralización del mundo y la poesía como espacio de expresión de esa incertidumbre dolorosa, no ya como refugio salvador.  
LOCALIZACIÓN

El poema pertenece al poeta nicaragüense Félix Rubén Darío Sarmiento (1867-1916), inspirador del movimiento poético de fines del XIX y principios del XX, denominado Modernismo. En su producción poética distinguimos tres etapas, representadas por tres libros que marcarán su trayectoria :
 Azul (1888), que marca un Modernismo preciosista y de mayor influencia francesa;Prosas profanas (1896), culminación del Modernismo más exuberante y rotundo, con el triunfo de la polimetría, la sensualidad y musicalidad; y por último, Cantos de vida y esperanza (1905), al que pertenece el poema que comentamos, evolucionando hacia una poesía más reflexiva y preocupada por los temas hispánicos y existenciales, con un lenguaje más sobrio y menos preciosista que antes.

TEMA

Reflexión angustiada sobre el dolor de vivir y el sentido de la vida humana, en contraste con la certeza de la muerte.
La desazón existencial propia de la crisis finisecular es un tema típico del Modernismo.

ESTRUCTURA

a) ESTRUCTURA INTERNA: 

El poema se divide en cuatro apartados:

1º) vv. 1-4: Se muestra el dolor del hombre por ser consciente, frente a los demás seres de la creación.
Formalmente, los verbos están en un presente intemporal.

2º) vv. 5-9: Se expresa la angustia ante la incertidumbre de la vida, en contraste con la certeza de la muerte. Predominan los infinitivos, formas verbales que se proyectan a un futuro (incierto y angustioso).

3º) vv. 10-11: Aparecen los dos polos opuestos en la vida del hombre: la vida tentadora con sus placeres, y la muerte que nos espera como supremo dolor. De nuevo, los verbos en presente intemporal.

4º) vv. 12-13: Expresión de la angustia existencial ya tratada, pero ahora sintetizada en los dos versos finales, de forma exclamativa.

b) EXTERNA:

Métricamente posee una estructura característica de la renovación modernista. Consta de tres estrofas: las dos primeras son serventesios de versos alejandrinos de rima consonante y alterna (ABAB – CDCD), y la última es otro serventesio pero con la particularidad de que el último verso, en vez de ser un alejandrino, se fragmenta en dos, un eneasílabo y un heptasílabo. El uso de alejandrinos y eneasílabos son innovaciones modernistas. Se puede considerar también un soneto truncado: el último terceto se reduce a dos versos.

ANÁLISIS ESTILÍSTICO


En el primer apartado se manifiesta una actitud ante la vida pesimista, ya que esta supone para el hombre dolor. Dicho término se repite en dos ocasiones en el verso 3, y se refuerza con el sustantivo pesadumbre. El dolor es consustancial con la existencia humana: el dolor se ser vivo.

El título del poema Lo fatal nos advierte ya del sentido doloroso del poema.
Se hace una gradación entre los seres de la creación:
la piedra (no siente) ----------------- el árbol ( apenas sensitivo) ---------------------- el hombre (sensitivo y consciente)

Así, todos los seres de la creación, excepto el hombre, son dichosos. El hecho de ser consciente de ser vivo (es decir, su capacidad de reflexión sobre el destino y el sentido de la vida) supone el mayor dolor.

Los apartados segundo y tercero son una enumeración de los males que suponen el vivir y que provocan la angustia existencial, siendo el peor, la certeza de la muerte (v. 7 el espanto seguro de estar mañana muerto). Darío consigue mayor expresividad de sus sentimientos a través de recursos, basados sobre todo en la repetición:

● Polisíndeton: cada elemento de la enumeración se coordina con la conjunción copulativa y al siguiente, como si la angustia del poeta fuese en aumento.

● Antítesis: Por la vida / por la sombra (metáfora de la muerte). Este recurso se da a lo largo del poema, por lo que los ejemplos son varios: sensitivo / ya no siente (vv. 1-2), frescos racimos / fúnebres ramos (vv. 10-11)…

● Gradación ascendente de términos que significan miedo, angustia: temor, terror, espanto (vv. 6-7) y que abarcan los tres tiempos: presente (ser sin rumbo cierto), pasado (el temor de haber sido) y futuro (un futuro terror), lo que supone una angustia dolorosa.

El tercer apartado enlaza con lo anterior mediante un violento encabalgamiento que une el segundo serventesio con el tercero y que refleja la brusquedad del ánimo del poeta. En este serventesio se nos muestran los dos polos opuestos de la vida humana: el impulso erótico vital (la carne que tienta con sus frescos racimos) y la muerte ( la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos).
Para expresar esta oposición utiliza el paralelismo sintáctico, perfecto, y con el mismo ritmo acentual en los dos alejandrinos (acentos en 3ª, 6ª, 10ª y 13ª sílabas), y la antítesis (ya comentada).

El último apartado es una síntesis de toda la angustia existencial que nos ha mostrado el poeta en todos los versos anteriores. Los versos 12 y 13 se resaltan por adoptar una forma métrica diferente y por ser exclamativos; asimismo se utiliza el paralelismo y la antítesis de nuevo para resumir la falta de sentido, de rumbo, de la existencia humana:
 ¡Y no saber adónde vamos / ni de dónde venimos!, detectada en el uso de las interrogativas indirectas parciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario