Biblia
¿Por qué estudiamos la Biblia en Bachillerato?
Desde el punto de vista cultural,
sería imposible comprender la civilización occidental y muchos aspectos de la
oriental si no se conociera la Biblia. La religión, en sus grandes ramas
monoteístas (judaísmo, cristianismo, islamismo) la moral, la filosofía, la
historia, las artes plásticas, la literatura, la música, llevan, de una manera
u otra las huellas de su influencia.
Se plantean los grandes problemas que
acucian al hombre sobre el sentido de la vida y su propio destino. Aun cuando
no se acepten como valederas sus respuestas, es interesante conocer las
soluciones que tan hondamente han influido en la humanidad.
La Biblia encierra todo un arsenal de
géneros y formas literarias, con diversidad de matices que los diferencia y la
peculiaridad de cada uno de ellos para captar y expresar la realidad.
Curiosidades: La
Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos y el primero en ser impreso
por Gutenberg. Se ha
traducido a más idiomas que cualquier otro (alrededor de 450 lenguas de forma completa y
a más de 2000 de forma parcial).
Introducción
El pensamiento religioso del pueblo
hebreo constituye el contenido principal de la Biblia.
· Monoteísmo:
Durante siglos el pueblo fue monolátrico pero no monoteísta. Yahvé no habría
sido el único dios, sino el dios al que se adoraba con exclusión de los
demás.
· Alianza:
“Israel es el pueblo de Yahvé”. La idea de pacto o alianza entre la Divinidad y
el pueblo elegido por ella se encuentra en el libro del Génesis, en la historia
de Abraham, perteneciente al Antiguo Testamento (A.T.).
Las ideas fundamentales de este pacto son:
a) De parte de Yahvé: protección y ayuda
constantes simbolizadas en bendición, concesión de la tierra prometida,
descendencia numerosa y señorío sobre las demás naciones.
b) De parte de Abraham: fidelidad y
acatamiento de la voluntad de Yahvé. Rito de circuncisión.
El pacto fue reformulado por segunda
vez en Egipto y es la reiteración de la alianza con Abraham.
La tercera manifestación de pacto,
también llamada “Nueva Alianza”, porque innova sobre la Antigua, extiende los
privilegios a todos los pueblos y se encuentra narrada en los Evangelios (Nuevo
Testamento). Esta reformulación se
realiza en la persona de Jesús.
· Moral: Esta no
es una consecuencia de la religiosidad, sino uno de sus elementos
constitutivos. Yahvé es el autor del hombre y tiene derechos sobre él. Por eso
es legislador y su ley es santa y ordenada a la salud y la felicidad del individuo en la sociedad.
Dios es el único conocedor de “la ciencia del bien y del mal”, por lo tanto
prohíbe lo que daña la perfección del hombre y la felicidad del pueblo.
La Ley es
solemnemente proclamada en el Sinaí y consta de varios mandamientos. Estos son
una formulación ordenada de preceptos religiosos y morales conocidos por el pueblo. Los primeros
conciernen a la conducta frente a la religiosidad, los otros rigen las
relaciones del hombre consigo mismo.
Se prohíbe el
politeísmo, la idolatría, vana invocación del nombre de Dios. Se impone honrar
a los padres, se prohíbe matar, fornicar, robar, mentir, y calumniar y, por
último, codiciar los bienes ajenos, incluyendo a la mujer del prójimo. El
Decálogo son los preceptos base de la moral hebrea y cristiana.
El pueblo
recibió a través de Moisés un completísimo código que regula todo lo referente
a la vida colectiva, nacional y familiar,
la organización política y al culto religioso.
· Mesianismo:
Comprende dos creencias fundamentales: a) la del futuro advenimiento de un
Mesías. B) el papel rector de Israel sobre los demás pueblos.
El Mesías y su advenimiento no son
consecuencia de la elección de Israel y del pacto, sino su misma finalidad, su
razón de ser.
El Nuevo Testamento (N.T.) resume la
esperanza mesiánica de Israel y vaticina su cumplimiento en el niño que María y
José presentan en el Templo de Jerusalén. Este niñi, Jesús de Nazareth, luego
dividiría definitivamente a los hebreos, pues si unos lo condenan y crucifican
por blasfemo, otros lo siguen y lo adoran como al anunciado Mesías.
· El culto:
Desde Moisés, el culto, antes particular y espontáneo, se transforma en pública
manifestación de adoración, acción de gracias, impetración de bienes y contrición
de los pecados.
· Los nombres de Dios: Los más usados son Yahvé (“soy el que soy”), Elohim (“dioses
hizo”), Adonai (“el Señor”), El Sadday
(“Todopoderoso”).
¿Qué es la Biblia?
La Biblia es la colección de libros
sagrados de la literatura hebrea, compuestos en diversas épocas y por
diversidad de autores y en lenguas distintas, cuya unidad la da el carácter
sagrado de los mismos.
Se considera “sagrado” todo aquello
que ha tenido contacto con la Divinidad o ha sido inspirado por ella. En este
caso se considera que la Biblia es
literatura religiosa, inspirada por Dios y vehículo de su revelación. El autor, inspirado es el instrumento
mediante el cual se expresa Dios a través del tema, del género y el estilo, que
constituyen el aporte del escritor.
Denominación:
Biblia, nombre femenino y singular en
la mayoría de las lenguas modernas, es neutro y plural en la forma griega de la
cual procede. En su origen significó “los
libros”. Hoy se emplea: el “libro”, “libro de los libros”, es decir, el
libro por excelencia.
Lenguas:
Tres lenguas han sido usadas en la
composición de la Biblia: hebrea, aramea y griega.
Composición: CANON
Canon quiere decir “vara de medir”.
Metafóricamente y aplicado a la Biblia, designa el conjunto de libros que se
consideran inspirados.
Literatura inspirada sería aquella por la cual, y a través de la obra de un hombre, Dios
habla al hombre o se comunica con él.
Existe una diversidad de criterios
para definir cuáles son los libros inspirados
y cuáles no, proveniente de diferentes concepciones religiosas e incide
en la composición de la Biblia.
La gran división de A.T. y N.T. se
origina en esa diferencia. El A.T. es considerado como libro inspirado por
hebreos y cristianos, mientras que el N.T. lo es sólo por los cristianos.
Canon hebreo:
Comprende veinticuatro libros
ordenados cronológicamente, clasificados
en tres series: Torah (Ley), Nebiim (Profetas) y Ketubiim (otros escritos).
Conocido como T.N.K.
Canon Alejandrino:
Su distribución se funda en la
naturaleza temática de los libros y los clasifica en: Ley, Libros históricos,
Libros proféticos, y Libros didácticos.
Agregan siete libros que no aparecen en el canon hebreo.
La aparición de Jesús y la
vinculación de su doctrina con el A.T. incorporaron a la Biblia otros
veintisiete libros que forman el Nuevo Testamento.
ARGUMENTO DE LA
BIBLIA
La Biblia se caracteriza por su
unidad a pesar de estar compuesta en forma tan compleja. Esta unidad está dada
por dos ideas centrales:
· La alianza o pacto de Yahvé con el
pueblo hebreo.
· La esperanza en un Mesías o Salvador.
Toda la Biblia no es sino una serie
de variaciones sobre estos dos temas. Veamos cómo se presentan a través de los
libros que la integran:
ANTIGUO TESTAMENTO:
El Génesis nos da la primera formulación del pacto con sus
antecedentes: narra el origen del mundo y del hombre. Este vive en la amistad
de Yahvé, pero siendo libre desobedece un mandato explícito suyo y esa amistad
se rompe. Al mismo tiempo que la tierra es poblada por los hijos de Adán, el
pecado crece en variedad y gravedad. Por lo tanto Yahvé envía un diluvio como
castigo, pero salva a una familia de justos, la de Noé, en la que renacerá la
humanidad. Posteriormente el mal se
acrecienta de nuevo entre los hombres, entonces Yahvé elige un hombre: Abraham,
con quien hace un pacto de mutua fidelidad que alcanza a sus
descendientes. Yahvé será Dios de
Abraham y del pueblo que nacerá de él. Como coronación y perfeccionamiento de
la Alianza, de la descendencia de Abraham nacerá el Mesías.
El Éxodo continúa la obra anterior. Los hebreos emigraron a Egipto y
se convirtieron en esclavos. Yahvé los rescata por medio de Moisés. Él sacó de
Egipto a su pueblo y durante cuarenta años fue conductor por el desierto,
camino a la Tierra Prometida. Se promulga la Ley del monte Sinaí y la
renovación del pacto con el pueblo.
El Levítico recopila y ordenas las disposiciones de Yahvé referentes al
culto y al sacerdocio, así como la pureza del pueblo.
Números es un censo del pueblo de Israel.
El Deuteronomio es una recopilación de la Ley y narra la muerte de Moisés.
El libro de Josué y el de Los Jueces narran las luchas que mantuvo el
pueblo para conquistar y retener la Tierra Prometida.
Los libros de los Reyes reflejan el proceso de la monarquía israelí.
La historia religiosa aparece
conducida por los Profetas,
personajes extraordinarios cuya presencia en el seno del pueblo tenía por fin
mantener viva la fidelidad del pacto, encender la esperanza en el libertador y
preparar su advenimiento volviendo al pueblo a la observancia de la Ley.
El Cantar de los Cantares y los
Salmos recogen los cantos y oraciones del pueblo hebreo.
Los Proverbios son meditaciones
frente a la vida, la muerte, el gozo y el dolor, sabiduría milenaria del
pueblo.
NUEVO TESTAMENTO:
Coincidentemente con lo que señalaban
los Profetas, surge en Israel un hombre de excepcional perfección, de
inusitados poderes milagrosos, que afirma que no viene a derogar la Ley y a los
Profetas, sino a darle pleno cumplimento. Su presencia y su doctrina dividen a
Israel: mientras que unos ven en él al
Redentor, el Mesías anunciado, otros lo juzgan como un embaucador subversivo y
blasfemo. Triunfan aparentemente estos últimos - entre los que se encuentran la
mayoría del sacerdocio, de la aristocracia intelectual y social- y Jesús de
Nazaret es crucificado y muerto en el Calvario. Pero dejó discípulos que
afirmaron que había resucitado al tercer día después de su muerte, como lo
anunciara de antemano, y una doctrina que pronto conquistó adeptos.
Los cuatro Evangelios (buena nueva) son cuatro versiones coincidentes y
complementarias de la prédica de Jesús.
Los Actos o Hechos de los Apóstoles continúan la historia contando lo
acontecido a los discípulos después de
la partida definitiva del Maestro.
Las Epístolas son cartas de carácter doctrinal que algunos discípulos
escribieron a distintas iglesias.
El Apocalipsis (revelación) vaticina acerca del fin de los tiempos, las
catástrofes que lo precederán, el
reinado del anticristo y la victoria definitiva de Cristo, el Mesías
triunfador.
Fuente: María del Socorro
Argenzio, Literatura Bíblica. Ediciones de la casa del estudiante. Montevideo
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