INTRODUCCIÓN A LOS EVANGELIOS
Trabajo
realizado por la Profesora Paola De Nigris
Cuatro son los Evangelios que pertenecen al canon
bíblico. Decimos que pertenecen al canon porque dentro de la cosmogonía
cristiana son textos “inspirados por Dios”. Esto no quiere decir que nos hayan
escrito hombres, sino que Dios los ha utilizado para transmitir su mensaje,
respetando la forma en que los hombres se expresan. Los Evangelios cuentan
sobre la vida de Jesús, el Mesías esperado por el pueblo hebreo, pero que ellos
mismos no reconocieron como tal. Mesías significa el ungido, ya que el pueblo
hebreo solía ungir a sus reyes o sumos sacerdotes. Pero también se le llamaba
Mesías al salvador y liberador que ellos esperaban, que fue prometido por Dios
durante el antiguo testamento. Este sería rey, profeta y sumo sacerdote, y
renovaría el pacto pero ahora con toda la humanidad y especialmente con
aquellos que lo aceptaran como salvador. La Biblia habla
de dos pactos: el primero es con Abraham y por lo tanto con el pueblo judío, y
el segundo con la humanidad toda, a través de la figura de Cristo Jesús, el
Mesías prometido.
La “buena nueva” que significa la palabra Evangelio es
que “Dios está con nosotros”, y ese será el mensaje de los cuatro Evangelios.
Estos fueron escritos por los apóstoles (enviado o mensajero). Este nombre
también se le dio a Jesús por ser enviado de Dios, pero a su vez se usó para
nombrar a aquellas personas que el mismo Jesús envió a dar el mensaje de
salvación. De los cuatro apóstoles que escriben los Evangelios, sólo uno no
conoció a Jesús y fue precisamente Lucas.
El primer Evangelio es escrito por Mateo que fue un
publicano (aquellos que cobraban los impuestos para el imperio romano, y que
solían quedarse con una parte importante de lo recogido). Este hombre sigue a
Jesús desde la primera vez que lo ve, cuando Él le dice que deje todo lo siga.
Su Evangelio presentará a Jesús como el Rey de Reyes, y para eso presentará
toda la genealogía de Jesús demostrando así su linaje real.
El segundo Evangelio es el de Marcos. Este es más
corto que los otros pero tiene un propósito claro y es presentar a Cristo como
un siervo, alguien que está al servicio y no como alguien que busca poder.
El tercer Evangelio es el de Lucas, que fue un médico
y que no conoció a Jesús. Sin embargo su testimonio se acepta porque es muy
parecido al de los otros tres que sí conocieron directamente al Mesías. Lucas
presenta a Cristo como hombre, tratando de mostrar sus actos lo más fielmente
posible, para que podamos creer en los milagros que realiza. Dejando en claro
su propósito, su Evangelios comienza así: “Habiendo muchos tentado a poner en
orden la historia de las
cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, como lo enseñaron los que desde
el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra; me ha
parecido también a mí, después de haber entendido todas las cosas desde el
principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo”.
Recordemos que Teófilo significa amor a Dios, así que Lucas intenta poner en
orden todos los hechos para los amantes de las cosas del Señor.
El último Evangelio esta escrito por Juan que ha sido
el más amado por Jesús, es quién recuesta su cabeza en la última cena, el más
cercano a él. Su Evangelio tiene por propósito presentar a Jesús como el Hijo
de Dios, “aquel era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a
este mundo” (Jn.1:9), o también lo presenta como el Verbo: “En el principio era
el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Jn.1:1). Así que para
él no cabe duda que Jesús no sólo es enviado por Dios, es Dios hecho hombre, es
el Hijo de Dios y así lo presenta en su Evangelio, por eso es considerado el
más teológico de los cuatro.
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