viernes, 11 de abril de 2014

Walt Whitman. Canto a mí mismo: un canto de libertad para la democracia

Walt Whitman. Canto a mí mismo: un canto de libertad para la democracia
Mariángeles Abalo
Letras IV
Si bien se considera que Hojas de hierba, en un principio era un libro de poemas cuya principal novedad era un tipo de versificación no usado hasta entonces, Whitman saludaba el advenimiento de una nueva literatura democrática acorde con el pueblo, sencilla, escrita por un nuevo tipo de poeta afectuoso y heroico, que nos conduciría (como lectores) a través de la poesía con la fuerza de su alma.
"Canto a mí mismo" me ha hecho plantear que la transmisión de Whitman de su propia ambivalencia al mundo, su concepción de poeta = profeta, su homosexualidad y su idea de libertad del ser humano, corresponden a la idea que sostiene y canta : la democracia para la libertad de la humanidad.
Entre los siglos XIX y XX la tarea de la nación norteamericana estaba basada en la búsqueda de una voz propia y auténtica en el límite de dos mundos diferentes.
La asimilación de la cultura europea y la creación de valores espirituales y estéticos autónomos es un problema que encontramos tanto en la narrativa como en la poesía de la época.
Una vez que se le diera voz propia y lenguaje al ímpetu peculiar de su propia civilización y se la diferenciara de Europa y su tradición, la poesía norteamericana podía iniciar el proceso de cambio y reidentificarse e intercambiar con Europa lo logrado en dicho proceso.
Hojas de hierba tiene el ritmo de monólogo que se va diluyendo en una prosa enumeradora. Esta característica acentúa la ruptura que hace el autor con las convenciones de la época.
La versificación estaba en abierta oposición con los esquemas rítmicos tradicionales y se adecuaba a la expresión de las inquietudes, la amplitud y también al sentido de caos de la nación.
De esta forma se trata de superponer a la herencia europea, un mito y un lenguaje nuevo que eran válidos para toda la humanidad.
Al mencionar a la libertad, el poeta nos habla de una libertad individual, limitada en el gesto heroico del hombre para enfrentar el mundo y :" …lo que hace es revelarnos nuestra propia capacidad de descubrimiento, para que hagamos uso de ella."
La libertad es propuesta por el poeta para lograr esta celebración del hombre sobre la tierra. Ésta debe ser el tipo de relación que tiene que regir entre los hombres.
Whitman nos habla además de un proceso que es "mío y para mí" que no  puede ser reemplazado porque pertenece a cada uno y, por ende, debe ser realizado en la absoluta libertad.
Por otra parte, se expresa de igual manera al hablar de que no tiene que haber imposiciones, sólo debe existir la libertad de elegir lo que uno más desea de acuerdo con sus convicciones (y sin que a él le importe demasiado porque su criterio se basa en la igualdad entre todos los hombres).
Su poesía deja de ser la poesía misma y se convierte en auténtica expresión del hombre, porque queda sustituida por la posibilidad creadora que tiene todo hombre para que pueda asumir su condición de poeta, de creador, de amor y de propio descubridor de un mundo de las cosas y de los seres.
Whitman quiere entregarle a los hombres este sentido de la vida y de la poesía. Para él no debe haber privilegio en las clases cultas, sino que todo hombre debe convertirse en sí mismo.
Es por eso que la poesía de Whitman es un acto de vida, de alegría, de expansión, de plenitud: es el canto del hombre común.
Desde este punto de vista, es esencial la posición que asume el poeta frente a la religión, frente a la que existía y frente a la que él propone.
Esa posición predomina al hombre por sobre cualquier otra cosa sin preocuparse demasiado por otro ser superior, Whitman no lo culpa y trata de que el hombre conozca por sí solo su propia esencia.
Él sustituye todas las creencias de las religiones para el hombre actual, por una profunda convicción en este último.
La religión que él plantea se nutre de la vida misma, de la fuerza del hombre (tanto del cuerpo como del alma) sin que tenga mandamientos ni castigos que llevarían a la degradación humana.
Parecería que el hombre debe conquistar el mundo que tendría más allá de su alcance y debería buscar allí su perfeccionamiento.
Considero también adecuado tomar como modelo del cultivo de sí, un texto de Michel Foucault en el cual nos menciona varios elementos en común con Whitman.
Se habla allí acerca de la insistencia en la atención que hay que concederse a uno mismo. En este cuidado del sí conviene distinguir tres cosas: en primer lugar, la actitud individualista caracterizada por el valor absoluto que se le atribuye al individuo en su singularidad; en segundo lugar, la valorización de la vida privada y, finalmente, la intensidad de las relaciones con uno mismo, es decir, "las formas en las que se ve uno llamado a tomarse a sí mismo como objeto de conocimiento y campo de acción, a fin de transformarse, de corregirse, de purificarse, de construir la propia salvación."
Básicamente reconozco que en el cultivo de sí es en donde se intensifican y se valorizan las relaciones de uno consigo mismo. Este cultivo, para Foucault, se encontraría denominado por el principio de que hay que cuidar de uno mismo.
La inquietud de sí es un privilegio y un deber, un don y una obligación que nos va a asegurar la libertad, obligándonos a tomarnos a nosotros como objeto de nuestro estudio.
Por ende, estoy convencida de que el cuidado de uno mismo establece una comunicación con el prójimo (mediante la palabra o la escritura) y no se define como un ejercicio en soledad sino como una verdadera práctica social.
Como he destacado anteriormente, interesándose tanto por la práctica social, Whitman hacía ver y sentir a los hombres en libertad. Esta libertad que mencionamos abarca tanto a la libertad de expresión, política, jurídica, etc. como a la libertad en la sexualidad.
Si consideramos y tenemos en cuenta que Walt Whitman era homosexual, necesitamos relacionar este aspecto de su sexualidad con el principio básico que él predicaba: la libertad.
"Aquel que ha llegado a tener finalmente acceso a sí mismo es
para sí mismo un objeto de placer. No sólo se contenta con lo que es y acepta limitarse a ello, sino que se "complace" en sí mismo".
Evidentemente, Whitman recalca demasiado este acercamiento a nosotros mismos para luego poder aproximarnos a los demás y vivir finalmente en plena libertad.
Me remití a buscar en el diccionario de símbolos el significado del título del libro de Walt Whitman, Hojas de hierba.
Creía que la simbolización sería algo menos comprometida con toda la obra en general y pude darme cuenta que en ella se encierra todo el significado del cual Walt Whitman nos quería hablar.
La palabra "hojas" en plural representa a personas, lo cual vendría a coincidir con el significado de las hierbas como símbolos de seres humanos.
Es por eso que las hojas son un canto que intenta abarcar a todo en general: hombres y cosas, para que puedan celebrarse.
Si me detengo un poco en su visión democrática del mundo, afirmaría que Whitman se aferró a los valores originales y teóricos de la democracia e intentó hacerla realidad denunciando todas las irregularidades o traiciones que se realizaban.
Su prédica era para el futuro, entonces debía sentar las bases morales sobre las cuales se tendría que levantar el nuevo orden.
"Si las partes son fragmentos que no pueden ser totalizados, se puede por lo menos inventar entre ellas unas relaciones preexistentes, que dan fe de un progreso en la Historia tanto como de una evolución en la Naturaleza."
El poeta desea unir las partes, quiere que todos los hombres nos unamos en pos de la construcción del todo, en pos de la construcción de la democracia que para él forma un todo en relación con la naturaleza.
Finalmente puedo afirmar que no muchas veces he leído poetas tan optimistas como Whitman. Todo cuanto pasa por su mirada se transforma en algo que vale la pena ser visto y apreciado.
Él respira injusticia en todos los órdenes de la sociedad, considera que todos los hombres somos iguales y que debemos comportarnos (como pares), tratando a nuestros semejantes de igual modo.
Whitman les canta a todos los hombres y los invita a reflexionar, a cantar con él. Además trata de liberar las ilusiones que limitan la existencia del hombre.
Creo que lo que el poeta quiere hacerle ver al hombre es que dentro de él se encuentra la verdad porque en su interior vive Dios (sea cual fuera su religión).
No somos sino uno mismo; él sería el cuerpo que contiene el alma de todos los hombres, y esta conciencia de unidad llega cuando se va la ilusión de ser seres y objetos separados.

A través de sus palabras, nos va dibujando un mundo de y para todos, un mundo en el que deberíamos vivir y en donde tendrían que reinar la justicia y la igualdad.

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